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En medio del peor momento de la pandemia de coronavirus en la isla, los cubanos se ven obligados a seguir haciendo largas colas incluso para comprar pan.
“¿Desayunamos o nos contagiamos?”, preguntaba en tono jocoso este 12 de enero un usuario en Twitter junto a varias imágenes de una larga cola para comprar pan en Línea y 12, en el habanero barrio de El Vedado.
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“Redbull debería patrocinar este evento extremo en Cuba”, concluía el internauta, quien precisó que la cola en cuestión era a las 7 de la mañana.
En las últimas jornadas, varios periodistas independientes y ciudadanos anónimos han dejado constancia en las redes sociales de largas colas para comprar el pan en la isla, alimento básico que no ha escapado de la controversia de precios desatada por el ordenamiento monetario, que incrementó 20 veces su valor en la venta normada.
Sin embargo, no es únicamente por el pan que los cubanos siguen haciendo colas, agobiados por la perenne escasez que no da tregua, a lo que se suma también ahora agromercados vacíos en protesta encubierta por los precios topados del Gobierno a los productos agrícolas.
Las colas y la escasez se eternizan en Cuba en medio de un panorama donde el avance del coronavirus parece irrefrenable en la isla, a pesar de medidas para intentar contenerlo, como la suspensión de algunos vuelos internacionales o la obligatoriedad para los viajeros procedentes del extranjero -recientemente entrada en vigor- de portar un PCR negativo para poder entrar al país
El Ministerio de Salud Pública (MINSAP) reportó este martes -por sexto día consecutivo- récord de casos diarios de coronavirus, con 550 nuevos contagios, y tres muertes, dato que eleva a 158 la cifra de fallecidos a causa del COVID-19 en Cuba y a 10 el número de fallecidos en la isla por COVID-19 en menos de una semana.
El gobierno cubano anunció el martes el retroceso de La Habana a la llamada fase de "transmisión autóctona limitada" del coronavirus y la suspensión, a partir del jueves de las clases en escuelas de 34 municipios del país.
El grupo gubernamental para el enfrentamiento y control del COVID-19 acordó también retroceder a las provincias de Matanzas a la fase 1 y Santiago de Cuba a la fase 3.
A tan dramático panorama con las eternas colas y el coronavirus, los cubanos deben sumar el impacto que va dejando en sus bolsillos los primeros 13 días transcurridos de este mes de enero, que inició con un incremento de precios que no ha dejado indiferente a nadie.
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