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El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, estuvo "peligrosamente" cerca de encontrarse con los asaltantes que durante varias horas tomaron el Capitolio el pasado 6 de enero, según una cronología del Washington Post.
El periódico estadounidense reveló que transcurrió tan solo un minuto desde que el Servicio Secreto escondió a Pence y a su familia hasta el momento en que la turba de partidarios de Donald Trump, que planeaba frenar el proceso de certificación de las elecciones, pasó a pocos metros de ellos.
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Según quedó registrado en las cámaras del Capitolio, el vicepresidente fue evacuado de la cámara del Senado a las 2:30 de la tarde y, de acuerdo con la cronología hecha por The Washington Post, un minuto después, la multitud entró a la cámara donde los legisladores habían estado haciendo el recuento ceremonial de los votos electorales.
La cronología enfatiza el peligro que corrió el vicepresidente, ya que varios videos muestran cómo los asaltantes entraron a la cámara del Senado gritando cosas como: "¿Dónde está Mike Pence?", "Cuelguen a Pence", o llamándolo "traidor".
Algunos testigos contaron al diario, en condición de anonimato, que el vicepresidente, su esposa y su hija estaban escondidos en una habitación a unos 30 metros de la turba.
Desde el asalto sin precedentes al emblemático edificio, se ha cuestionado por qué el Servicio Secreto tardó tanto en evacuar a Pence de la cámara del Senado; unos 14 minutos desde que entró la muchedumbre.
"Si bien el Servicio Secreto no habla específicamente sobre los medios y métodos de nuestras operaciones de protección, el vicepresidente Pence estuvo seguro en todo momento el 6 de enero", dijo su portavoz Catherine Milhoan en un comunicado, ante los cuestionamientos.
Aunque los partidarios de Trump irrumpieron en el Capitolio con el objetivo de frenar la ceremonia de recuento de votos, muchos tenían la mira en Pence, por haberse negado a detener el proceso a petición del presidente.
Uno de los detenidos tras los disturbios, Jacob Chansley, conocido como Jake Angeli, que entró al Capitolio con unos cuernos en la cabeza, dejó una nota en el estrado de la cámara del Senado para Pence en la que le advertía que "es solo cuestión de tiempo, la justicia está llegando".
La misma noche en que ocurrieron los disturbios en la sede del Congreso, Pence aseguró que los asaltantes no habían ganado porque "la violencia nunca gana".
"Condenamos la violencia que ocurrió hoy aquí de la manera más fuerte posible. Mientras nos volvemos a reunir en esta sala, el mundo volverá a ser testigo de la resistencia y la fuerza de nuestra democracia", dijo Pence desde el Capitolio cuando se retomó el recuento de votos, que finalmente confirmó a Joe Biden como ganador de la contienda electoral poco después de las 3 de la madrugada.
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