El activista cubano Luis Andrés Domínguez Sardiñas, miembro del Frente de Acción Cívica Orlando Zapata Tamayo, fue liberado tras cumplir un año de prisión por impago de multas.
“Siento que estoy un poquito menos preso que cuando estaba allá adentro. En Cuba, como quiera, todos somos prisioneros de un régimen, de una dictadura, aunque no es lo mismo estar en la calle que en la prisión”, dijo Domínguez Sardiñas a CubaNet.
El activista, de 46 años, fue encarcelado por no pagar las multas que le impusieron cada vez que participaba en una acción convocada por el grupo opositor.
Declaró que en total debía 11 150 pesos por un total de diez multas que nunca llegó a pagar.
“Generalmente, la Seguridad del Estado ponía un operativo frente a la sede del FACOZT, donde nos reuníamos. Cuando salíamos éramos detenidos y nos llevaban para la Séptima Unidad de la Policía, nos tenían un rato en el calabozo y nos soltaban con una multa de 100 pesos, dicen ellos que por violar el dispositivo de seguridad”, señaló.
Domínguez Sardiñas contó que durante este año en prisión no solo sufrió los maltratados de la cárcel, sino que fue testigo de las carencias que hacen más difícil el tiempo de encierro.
“La alimentación es pésima. Del sistema de salud ni hablar: hay médicos pero no hay medicamentos. La higiene es la que el propio interno sea capaz de proporcionarse; su familia es la que le consigue el cloro y el detergente para poder limpiar, porque la dirección del penal nunca se preocupa por eso”, narró.
En los meses de su último encierro estuvo en tres cárceles diferentes y pudo comprobar cómo se ha deteriorado la situación penitenciaria en Cuba.
"La policía no respeta ni los más elementales derechos de los reos, los maltrata, los mata de hambre, no les da medicamentos y les niega la asistencia médica. Esto se ha ido intensificando, mucho más ahora, por todas las carencias que sufre el país por culpa de la dictadura”, apuntó.
En Cuba hay unos 128 presos políticos, según datos recopilados hasta octubre de 2020 por el Observatorio Cubano de Derechos Humanos.
Estos presos de conciencia se encuentran en alguna de las 300 cárceles que se distribuyen a lo largo y ancho de todo el país. Los presos políticos comparten espacio con una población penal muy diversa que en el 2012 ascendía a los 50 mil personas, según datos oficiales.
La sociedad civil cubana ha denunciado que el Gobierno manipula la justicia al no existir una separación de poderes y transparencia, por tanto se permite juzgar a los presos políticos por causas comunes, la mayoría de las veces por impago de multas o desacato a la autoridad.
"El OCDH desearía el escrutinio de observadores competentes, objetivos e independientes, para precisar el número y condición de quienes sufren prisión en Cuba impuesta de manera arbitraria a consecuencia o como represalia por el ejercicio de derechos inalienables y libertades básicas", asegura la organización con sede en Madrid en uno de sus informes.
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