Más de la mitad de los casos de coronavirus diagnosticados en Cuba desde el pasado 15 de noviembre han tenido alguna relación, directa o indirecta, con viajeros llegados al país desde el exterior.
Según datos ofrecidos este sábado por el doctor Francisco Durán García, director nacional de epidemiología, desde esa fecha, día en que se reabrió el Aeropuerto Internacional José Martí, el país acumula 6.702 pacientes (el 51,1 por ciento del total de los diagnosticados) que han estado relacionados con viajeros internacionales.
“Es conocido de nuestra población, después que se abrieron las fronteras, la entrada de un grupo de personas ya en peligro de incubación, transmitiendo la enfermedad, aún asintomáticos, y las violaciones de los protocolos que están establecidos, conllevaron al incremento del número de casos”, precisó, citado por el diario Granma.
El pasado viernes, el directivo criticó la indisciplina de la población, que según él ha provocado el agravamiento de la situación epidemiológica, con más de 10.000 casos positivos y 55 muertos durante diciembre y lo que va de enero.
“No es el extranjero o el viajero que llega incubando la enfermedad, son las violaciones que cometemos y el incumplimiento del protocolo que está establecido, porque si se cumpliera no tendríamos estos resultados”, señaló Durán.
Sin embargo, el experto tuvo que reconocer que en ocasiones se demora en llegar el resultado de la prueba PCR que se realiza a las personas en el aeropuerto, y dijo que “se está trabajando con un sistema digital o electrónico que permita que llegue más rápido”.
Durán recalcó que aunque desde el 1 de enero comenzó a exigirse un test PCR negativo a todo el que arribe al país, los viajeros deben respetar diez días de cuarentena.
“En la evolución de la enfermedad, en un momento determinado la persona puede resultar negativa y después, cuando la enfermedad siga desarrollándose y avance el periodo de incubación, se encuentre el virus en el estudio. Por eso hay que cumplir con el protocolo establecido”, insistió.
A finales de diciembre, el 57,5 por ciento de las personas que llegaban a Cuba portando el coronavirus transmitían la enfermedad a sus contactos, sobre todo en el segundo día de su estancia en el país, un hecho que las autoridades achacaron al incumplimiento de las medidas de prevención fijadas por los expertos.
En ese entonces en Santiago de Cuba habían ocurrido varios brotes del virus, originados por ciudadanos “irresponsables que celebraron fiestas y desandaron calles en áreas del centro de la ciudad, y de la avenida 40 del reparto Nuevo Vista Alegre”, indicó el diario Granma.
Igual ocurrió en el municipio Guamá, donde la indisciplina de un viajero recién llegado que incluso organizó una fiesta, provocó que en menos de 24 horas 20 personas tuvieran que entrar en aislamiento y hacerse una prueba PCR.
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