Un grupo de médicos veterinarios y zootécnicos cubanos emitió una declaración dirigida al gobierno de la isla, a raíz del nuevo Decreto Ley que penaliza el ejercicio particular de la Veterinaria, el cual ha generado una gran preocupación social pues el estado no cuenta con recursos suficientes para ofrecer estos servicios.
"Entre otras cuestiones reguladas, una de las que mayor impacto ha causado en la población y en aquellos que ejercemos la medicina veterinaria, ha sido lo dispuesto en el artículo 5, inciso v, respecto a la prohibición del ejercicio de la profesión por cuenta propia; ejercicio para el que se estipula, además, una de las sanciones más graves de las dispuestas por el Decreto. Esto ha generado una gran preocupación social, especialmente entre las familias cubanas que cuentan, entre sus miembros, con animales afectivos, las cuales son, probablemente, la mayoría", apunta la declaración.
Según el texto, la experiencia ha demostrado que el Estado no cuenta con los recursos necesarios para brindar servicios veterinarios de calidad ni está en condiciones de satisfacer todos los que la población cubana demanda.
"Las causas pueden ser muchas, y las sabemos. Pero los hechos son los hechos. Y nadie puede negar que han sido justamente esa insatisfacción y la demanda creciente de servicios veterinarios en nuestra sociedad, las que han hecho emerger a los veterinarios por cuenta propia. Que tampoco son una figura nueva en nuestro, país pues siempre existieron", indica.
Las especialistas insisten en que las clínicas estatales que brindan servicios veterinarios a los animales de compañía, como la conocida clínica de Carlos III, en la capital del país, otras en las provincias, y los consultorios municipales (que no han llegado a constituirse en todos los territorios), no cuentan con un abastecimiento constante de medicamentos, ni especializados ni sustitutos, ni tampoco con el equipo requerido para llevar a cabo el trabajo para el que fueron diseñadas y que reclama la población.
"Es una triste realidad que en el campo de la medicina veterinaria no existen todas las oportunidades de superación necesarias, ni todos los que desempeñan este trabajo se encuentran comprometidos con él y con lo que significa, por lo que no resulta insólito encontrar tratamientos erróneos que agravan la condición de los animales enfermos ni veterinarios que, olvidando el bienestar animal y pensando solo en su propio beneficio, se aprovechan de la desesperación y la escasez para encubrir su mala praxis", añade el comunicado.
"Resulta lamentable que a pesar de ser un reclamo de la población y un anhelo de muchos profesionales de la veterinaria contar con clínicas o consultorios privados, donde se brinde una atención diferenciada y especializada a los animales, el ejercicio privado (o en cooperativa) de la veterinaria haya sido constantemente excluido de las actividades por cuenta propia", agrega.
El grupo de veterinarios apunta que ni siquiera es una posibilidad para los médicos veterinarios la expedición de recetas y prescripciones médicas para orientar el tratamiento a seguir.
"En relación a ello cabe recordar que hasta el inicio de la década de los 90 del pasado siglo, los médicos veterinarios se registraban en el desaparecido Instituto de Medicina Veterinaria y, con su número de registro, podían emitir esas recetas y responsabilizarse por la observación clínica de los animales, entre otras tareas. Hoy existe un control administrativo de doctores en medicina veterinaria y en medicina veterinaria y zootecnia, que no reconoce ni agrupa a la totalidad de los profesionales del sector", sostiene el documento.
Luego de exponer los anteriores argumentos, los especialistas reclaman que sean valoradas otras modalidades además de la estatal -como los veterinarios particulares y las cooperativas- y que se otorguen las correspondientes licencias a los profesionales calificados que las soliciten.
"Esto será beneficioso para la sociedad en general: el Estado se aliviará de ser el único que lleve el peso de esta actividad, tan compleja, múltiple y demandante de recursos; el país dispondrá de otra fuente de ingresos mediante el cobro de los correspondientes impuestos; los servicios veterinarios dispensados a la población se potenciarán, se expandirán, se especializarán e incrementarán su calidad, y con ello los dueños de animales —afectivos, de producción, exóticos y de cualquier otra categoría— que busquen y obtengan asistencia médica quedarán satisfechos; el ejercicio por cuenta propia de la veterinaria contribuirá también a la constante superación y especialización de los profesionales del sector pues de ello dependerá la calidad del servicio que prestarán", dicen.
También solicitaron que sea permitida la realización de contratos con entidades estatales y extranjeras, a través de empresas importadoras cubanas, tal y como fue recientemente aprobado, con el objeto de adquirir los equipos, medicamentos e insumos que permitan brindar un servicio óptimo.
"Debe reconocerse que no existen suficientes medicamentos especializados en la industria nacional, ni una red de suministro de los que son producidos por grandes fabricantes foráneos de probada calidad según los estándares más altos, por lo que no es posible acceder a ellos de manera segura. Esto motiva que en el mercado negro sean comercializados a precios extremadamente altos y sin contar con las garantías requeridas. Lo mismo aplica para el instrumental y los equipos", añaden.
Además solicitaron la creación de un Registro de Médicos Veterinarios y Zootécnicos, que agrupe a todos los profesionales del gremio, así como la proclamación de una norma que regule sus derechos y deberes.
"El reconocimiento de nuestra labor debe llevar aparejada, igualmente, la facultad para emitir prescripciones y recetas, lo que por otro lado, evitaría que aquellos que no cuenten con la calificación, la licencia y el registro pertinentes, suplanten las capacidades profesionales y ejerzan la profesión sin estar habilitados, lo que pone en riesgo la salud animal y, por ende, la humana", dice el comunicado.
"Potenciar y mejorar la atención y el suministro de insumos a las clínicas veterinarias estatales y su personal, ampliando las oportunidades de capacitación y superación, y aplicando los mismos controles y evaluaciones periódicas ya mencionadas y propuestas para el sector privado, manteniendo así la calidad de los servicios", agrega.
Finalmente los especialistas piden modificar lo preceptuado en el Decreto 20/2020.
"Cabe señalar que todo esto se traducirá en mayor calidad del servicio y mayor calidad de la salud pública, tanto para los animales como para los seres humanos, pues es bien sabido que el control de algunas enfermedades que afectan a las especies del mundo animal tiene una repercusión directa en la salud humana. Por no mencionar el estrés que provoca en los dueños de animales afectivos, y en la familia cubana, el ver padecer y sufrir a sus animales sin contar con la atención veterinaria y los recursos requeridos. Como bien se ha afirmado, la salud es una sola", apuntan.
Por último, aclaran que no están proponiendo privatizar todo el ejercicio de la profesión, ni desean un divorcio entre la práctica privada y la estatal.
"Todo lo contrario. Lo que proponemos es la complementación, la ampliación y la diversificación del servicio veterinario; que se ensanche el marco de oportunidades para ejercerlo en aras del bienestar animal (el cual impacta directamente en el bienestar humano); que se cumplan los parámetros de calidad para la asistencia médica veterinaria; que crezca la profesión mediante una mayor preparación de sus especialistas. Se trata de lograr el trabajo conjunto, la cooperación entre todos los sectores, y la satisfacción de las necesidades de todos los pacientes, permitiendo que reciban el adecuado tratamiento en función de sus padecimientos, al tiempo que se contribuye a potenciar el crecimiento de la economía, todo en pos del desarrollo del país y el bienestar de la sociedad", concluye el comunicado.
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