“¡Qué País!” esa frase inmortalizada por el personaje del General Resoplez en los dibujos animados Elpidio Valdés, de Juan Padrón, es el nombre del espacio creado por su hijo, el cineasta cubano Ian Padrón, desde su perfil de Facebook. Se trata, a decir de Ian, de “un espacio ciudadano para todos los cubanos del mundo, piensen como piensen, vivan donde vivan” que en esta ocasión contó con la presencia, desde La Habana, del dramaturgo Yunior García Aguilera.
La idea es que “no tengamos que hablar bajito”, sino “escucharnos y dialogar”, dice Ian, quien había entrevistado con anterioridad al cineasta Fernando Pérez sobre los sucesos del 27N y se había manifestado en contra del uso de la violencia a propósito de los sucesos del 27 de enero.
En este nuevo intento de diálogo desde su Facebook, Ian comienza mencionando el artículo de Cubadebate Los nietos de Guillermo Tell, de Cesar Gómez Chacón, sobre los artistas del 27N y del 27ENE que demerita el protagonismo de esto jóvenes por no tener apellidos de renombre en la cultura nacional. Ian le cuestiona al autor “si hay que ser conocido para poder opinar” y le pide que mencione los apellidos de los que pueden hacerlo. El también “hermano” de Elpidio Valdés resalta el sentido maternal y de responsabilidad ciudadana de mujeres cubanas que salieron en defensa del realizador Carlos Lechuga y el periodista Nelson Julio Alvarez Mairata, entre las que se encuentran la directora de casting Libia Batista, “una persona muy querida muy respetada y jurado de los premios Oscars”.
Ya dirigiéndose a Yunior García, le preguntó su visión sobre los sucesos del 27N y el tratamiento en los medios estatales de la imagen de sus miembros e intenciones, específicamente sobre la etiqueta de mercenarios que el discurso oficial les impone a algunos.
Yunior hizo énfasis en que el concepto de mercenario no aplica en este caso y agrego que la soberanía no reside en un partido sino en el pueblo “y esa soberanía es intransferible”. El dramaturgo holguinero dijo estar en contra de la injerencia, de igual modo en que se opone a la discriminación y al apartheid contra los que piensan diferente, agregó que el debate nacional debe incluir a todos los cubanos y lamentó que en Cuba no existan espacios de diálogo ni representación las estructuras de poder para los cubanos que piensan distinto.
“Considero que estamos viviendo una crisis cultural muy fuerte”, de polarización de las opiniones, -observó el dramaturgo- y advirtió que las campañas difamatorias, tanto por parte de cuentas falsas (ciberclarias) como en los medios oficiales nacionales y en el NTV, alimentan la violencia y tendencias fundamentalistas de cubanos contra cubanos. En este sentido, puso los ejemplos de Tania Bruguera y Maykel Obsorbo para ilustrar cómo “campañas de odio en horario estelar” influyen negativamente en el pueblo cubano, y se pregunta “¿Qué está pasando con la decencia de este país? ¿Dónde está el sentido de responsabilidad?”
Por su parte, Ian mencionó que “ese abismo de que solo haya una manera de ver la noticia o de hablar de la persona es realmente peligroso,” al tiempo que se interesó por la visión del entrevistado sobre el derecho a réplica, las instituciones cubanas y el derecho a respetar comunicaciones privadas.
Yunior hizo referencia a cinco artículos en La Jiribilla donde, incluso, censuraban sus comentarios. “Han violado incluso los estatutos de la UNEAC que dice que un miembro no puede difamar de otro”, dijo el dramaturgo quien también es miembro de esta institución y piensa que no se puede separar el artista del ciudadano. El autor de obras como Sangre, Jacuzzi y Pasaporte sostuvo que “hay que quitarse el chip de que hay que tener un doble discurso, tenemos que pensar también como ciudadanos, porque vivimos en sociedad”.
Yunior, quien dijo reclamar “derechos consagrados en la Constitución”, sostiene que “no pueden obligarnos a pensar de otra manera”, que debe respetarse la libertad de expresión y de creación, y mencionó el rechazo de la comunidad artística al Decreto 349, en tanto es una normativa “que no tiene que ver con la realidad cultural histórica de Cuba ni con el deseo de los artistas… Era una cosa absolutamente policíaca que no tiene nada que ver con el arte”.
El dramaturgo también criticó que en el NTV se cuestionara que la llamada al viceministro Fernando Rojas el 27 de enero se haya hecho pública mientras este espacio reproduce comunicaciones privadas a su antojo: “¿Hasta cuándo la doble moral y el doble discurso?”, sentenció.
Más adelante, Padrón señaló que la ausencia de espacios de diálogo en Cuba lanza a la emigración a muchos cubanos, a lo cual Yunior respondió que nunca ha querido irse de Cuba porque extrañaría a su país y a su hijo de nueve años, pero “si decidí quedarme no es para estar de brazos cruzados, es para empujar a este país, para luchar porque este país sea un país donde valga la pena quedarse,” e hizo un llamado a leer y aprender de la obra de José Martí a quien considera el punto de encuentro de todos los cubanos: “No importa el color político que tú practiques, en Martí están todas las respuestas”.
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