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Internautas cubanos están denunciando que en Matanzas, la "nueva moda" de los "metodólogos" de las colas es marcar a las personas en el brazo con el número que les corresponde.
Desde la mañana de este jueves circulan en las redes sociales con imágenes en las que se ve un número escrito, con plumón ya sea en el antebrazo o en la palma de la mano, dependiendo la cola que esté haciendo. Así, pretenden no solo organizar las interminables colas, sino "garantizar" que nadie repita y compre más de lo permitido.
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"En ciertos barrios de mi ciudad los metodólogos de las colas han decidido que si ya lo has resistido todo, bien puedes aguantar ser tratado como vaca o como preso de Terezín", denunció Mabel Cuesta.
"¿Cuán lejos de la libertad y el sentido de amor propio puede estar una ciudadanía que extiende su brazo a cambio de asegurarse un paquete de detergente o un muslo de pollo?", cuestionó.
La periodista Mónica Baró también se hizo eco de la situación: "Que te anoten el número de tu turno en el cuerpo es una humillación más, de muchas. Esto, como Mabel dice, nada tiene que ver con el bloqueo. Si la producción y comercialización de alimentos se descentralizara, y los campesinos y productores de alimentos tuvieran autonomía, la situación fuera muy distinta".
El año pasado también hubo denuncias de que, en algunos lugares del país, oficiales del Ministerio del Interior hacían fotos de cada persona de la cola para que no pasaran más de una vez, una violación en toda regla.
Mientras estos oficiales pueden fotografiar a los ciudadanos sin que estos puedan negarse, varios cubanos fueron multados e incluso detenidos arbitrariamente en 2020 por fotografiar o filmar las colas en el país.
Otro suceso que se ha reportado en las colas, que no paran de crecer en medio de la pandemia de coronavirus y son una prueba fehaciente de la escasez y el deterioro del país, fue el hecho de que muchas personas se trepaban en los árboles para esconderse de la Policía y poder marcar en las colas desde antes del toque de queda o simplemente para volver a entrar a un mismo establecimiento.
Las personas que se dedican a hacer colas y comprar productos para revenderlos, definidas por el oficialismo cubano como "coleros", han sido fuertemente perseguidas durante la pandemia de coronavirus en Cuba. A mediados de 2020, el gobierno anunció que más de 1000 coleros habían sido detenidos en el país y que se habían reclutado a más de 22 mil cubanos para reprimir a coleros y revendedores.
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