La profesora cubanoamericana Alina López Miyares, quien cumple una sentencia por espionaje en una cárcel al sur de La Habana, envió un desesperado mensaje al presidente Joe Biden: “Por favor, ayúdeme a volver a casa”.
La emotiva apelación de López Miyares al presidente estadounidense se produjo durante una reciente llamada telefónica con su abogado, Jason Poblete, en la que la prisionera insistió en sus graves problemas de salud, sin poder acceder a una alimentación adecuada en cautiverio.
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“Tengo una dolencia renal crónica y no estoy recibiendo una alimentación adecuada… Mi situación empeora y pronto tendré que necesitar diálisis”, dijo la mujer, de 62 años, desde el centro de reclusión “Ceiba 4” en Caimito, provincia de Artemisa.
El audio de la conversación de López Miyares fue enviado a CiberCuba por Alianza por la Libertad Global (GLA), con sede en Washington. La organización está presidida por Poblete.
“Soy inocente”, insistió la reclusa, que emigró con su familia desde Cuba, en 1969. “Fui erróneamente acusada. Perdí mi trabajo, lo perdí todo. Por favor, todo lo que quiero es retornar a casa”.
López Miyares fue arrestada a su llegada al aeropuerto de La Habana en un vuelo procedente de Estados Unidos, en enero de 2017. En octubre de ese mismo año, el Tribunal Militar de La Habana la juzgó y sentenció a 13 años de cárcel bajo cargos de espionaje.
En el momento de su arresto, López Miyares fungía como profesora en una escuela de Miami y cumplió un proceso de repatriación para estar junto a su esposo, el exdiplomático cubano Félix Martín Milanés Fajardo, quien fue condenado a 17 años de prisión en el mismo caso. La investigación de la contrainteligencia cubana determinó que ambos proporcionaron información de carácter secreto con perjuicio para la seguridad nacional.
El abogado Poblete, quien representa a López Miyares, señaló que su cliente necesita ayuda del presidente Biden y de los congresistas de su distrito y estado de residencia: la representante María Elvira Salazar y los senadores Marco Rubio y Rick Scott, los tres republicanos por Florida.
“Alina está injustamente detenida por casi cuatro años y por ley, entre ellas la llamada Ley Levinson [sobre recuperación de rehenes y responsabilidad ante la toma de rehenes], firmada por el presidente Donald Trump en 2020, hay obligaciones por parte de Estados Unidos que tienen que ser cumplidas”, dijo Poblete a CiberCuba.
El abogado señaló que antes de que el equipo Biden hable con sus homólogos en el gobierno de Cuba, “la libertad de Alina debe ser condición para iniciar esas conversaciones”.
Desde 2017, Poblete ha liderado las gestiones por la liberación de López Miyares con el Departamento de Estado y líderes del Congreso, así como ante el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (MINREX) pero hasta el momento las gestiones han resultado infructuosas.
El gobierno cubano ha rechazado todas las solicitudes de ayuda consular a la reclusa. Las leyes cubanas consideran que las personas nacidas en Cuba siguen siendo ciudadanos nacionales, sin reconocerles la nacionalidad adquirida en otro país.
“No me han permitido ver un diplomático estadounidense ni un consejero”, dijo López Miyares.
En reiteradas ocasiones, el Departamento de Estado ha manifestado a CiberCuba que mantiene bajo su atención el caso de López Miyares, asegurando que la protección de los ciudadanos estadounidenses en el extranjero es prioridad de Washington.
A finales del pasado año, una fuente vinculada al equipo de transición de Biden dijo a CiberCuba que la posible solución del caso tendría que aguardar hasta después de la juramentación del presidente.
En una declaración del 2 de febrero, el Secretario de Estado, Antony Blinken, dijo que Estados Unidos está comprometido a buscar la liberación de sus seres queridos, y aseveró que para la Administración Biden-Harris "los estadounidenses detenidos en el exterior son una prioridad absoluta en nuestros compromisos diplomáticos tanto con aliados como con adversarios".
Blinken enfatizó que respecto a la Ley Levinson, el Departamento de Estado está comprometido con su plena aplicación.
La petición de libertad para la profesora cubanoamericana por razones humanitarias también considera la avanzada edad y complicaciones de salud de Alina Miyares, madre de la prisionera.
"Mi madre tiene 93 años y tiene múltiples problemas de salud. Está sola y me necesita desesperadamente”, dijo López Miyares durante la conversación telefónica.
Alina Miyares, que reside en Miami Beach, viajó múltiples veces a La Habana para ver a su hija encarcelada, pero desde la crisis de la pandemia no pudo continuar las visitas.
El pasado noviembre, la anciana hizo pública una carta enviada a personalidades políticas y cívicas de Estados Unidos, pidiéndoles que intercedieran en el caso.
“Estoy angustiada, vivo una tragedia que no sé cuándo va a tener fin, pero sueño con abrazar a mi hija antes de morir”, dijo la Miyares a CiberCuba. “La necesito aquí, no tengo fuerzas para sufrir más”.
Miyares se mantuvo enviando regularmente desde Estados Unidos ayuda monetaria y las medicinas que su hija necesitaba para la hipertensión y otras dolencias, pero la situación de la pandemia le ha impedido continuar con sus suministros.
"Mi hija me necesita tanto como yo a ella", dijo. "Me queda siempre el recurso de rezar y confiar en Dios".
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