La activista Dairis Ravelo, residente en el municipio Morón, Ciego de Ávila, denunció que la policía cubana registró la casa de su padre y decomisó varias mercancías sin presentar ningún documento legal para hacerlo.
"Están acabando con nosotros los opositores. No sé qué quieren, no sé qué logran, pero sí les digo que esto está feo", dijo Ravelo a través de un video donde explicó que en días recientes ha sido víctima de acoso por parte de la Seguridad del Estado cubano.
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Ravelo, que también es cuentapropista, explicó que la policía se presentó en la casa de su padre, un hombre mayor de edad, con el fin de registrar el domicilio, pero que nunca mostró un documento que autorice a realizar ese procedimiento y mucho menos a decomisar las mercancías que se encontraban bajo su custodia.
"Son productos que compré en las tiendas en dólares porque el Estado no le vende nada a los cuentapropistas. Aún teniendo los comprobantes se los llevaron. Eso es injusto" dijo.
Ravelo confirmó a CiberCuba que le decomisaron 3 sacos de harina de trigo, 5 de azúcar, 22 paquetes de levadura, 6 galones de aceite de 20 litros, 16 botellas de extracto de sirope, 30 paquetes de sal y 2 kilogramos de ácido cítrico.
La activista explicó que algunos de esos productos los adquirió en las tiendas en dólares de Holguín, pero otros fueron adquiridos en el mercado informal porque el Estado no le vende nada a los cuentapropistas.
"Cuando vas al mercado Ideal te vende 50 libras de azúcar y cuando hay. Ahora mismo no te despachan nada", aseguró Ravelo.
La activista contó también que esta semana sintió que alguien forzó una de las ventanas de su vivienda sobre las seis de la mañana, mientras se encontraba con uno de sus hijos. Trató de ver quién era, pero el sospechoso salió corriendo y no dio tiempo ni tirarle una foto, dijo.
Aseguro a este medio que no hizo una denuncia en la policía porque tenía mercancías en su casa y pensó que si iba ante las autoridades podrían detectarle los productos que tenía en el domicilio.
"Es por eso que mi esposo y yo llevamos todo eso para casa de mi padre, pero como nos vigilaban supieron enseguida que todo estaba allí", dijo.
Ravelo contó que tanto ella como su esposo son perseguidos por oficiales del Ministerio del Interior cada vez que salen a la calle y narró que cuando fue al banco a pagar la Seguridad Social, un agente indagó con el personal del banco si ella recibía dinero del exterior.
"Piensan que yo soy una mercenaria pagada por el imperio", mencionó en el video la activista cubana.
El constante acoso y persecución de la Seguridad contra Dairis Ravelo no es un caso aislado ya que vario activistas en Cuba han denunciado una ola de represión en su contra y y la violación de algunos de los derechos ciudadanos que aparecen reflejados en la Constitución aprobada en 2019.
En el caso de Ravelo se estaría vulnerando el Artículo 49, en el que se deja claro que "el domicilio es inviolable".
El texto de la Carta Magna cubana agrega que "no se puede penetrar en morada ajena sin permiso de quien la habita, salvo por orden expresa de la autoridad competente, con las formalidades legales y por motivo previamente definido en la ley", y según la versión de la activista, en este caso no hubo ningún documento que autorizara a la revisión y el decomiso.
En medio de la crisis económica y sanitaria que vive Cuba, los activistas y opositores de la isla son perseguidos por sus ideas políticas diferentes al Partico Comunista.
Tras la concentración de artistas y escritores frente al Ministerio de Cultura del 27N y la huelga de hambre en San Isidro, no solo incrementaron las detenciones arbitrarias sino que se llevan a cabo campañas de descrédito en la prensa oficialista en la cual se intenta dar una imagen negativa de las personas que se oponen al sistema político cubano, vinculándolos con supuestos actos de terrorismo y violencia y con financiación extranjera para sostener proyectos de periodismo independiente y activismo.
Han sido utilizadas también las medidas restrictivas impuestas por el aumento de casos de COVID-19 para reprimir el derecho a expresión y libre circulación.
Human Rights Watch incluyó Cuba en un listado de 83 países que utilizan esta justificación sanitaria para reprimir. En ese informe se mencionan al menos 18 países que utilizan las fuerzas militares o policiales agredieron a periodistas, blogueros o críticos de la respuesta del gobierno a la pandemia y a otros 10 donde los uncionarios utilizaron la necesidad del llamado "distanciamiento social" para prevenir o disolver protestas.
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