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Un cubano de 64 años fue condenado por un tribunal de Sevilla, España, luego de protagonizar una pela bajo los efectos del alcohol contra un agente de la Guardia Civil en el centro de salud de Montellano.
El incidente se produjo hace más de 10 años, exactamente la madrugada del 7 de agosto de 2010. A pocos minutos de las 12 de la noche, el cubano, llamado Carlos Enrique, le propinó un fuerte puñetazo en la boca a uno de los guardias civiles que intentaba calmarlo porque presentaba un estado de alteración considerable.
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De acuerdo con el periódico ABC, el acusado, lejos de atender los consejos y “con claro desprecio e intención de quebrantar” el principio de autoridad, se enfrentó a uno de los oficiales, provocándole lesiones en el labio superior y la dentadura, que tardaron en sanar más de una semana.
El agente también fue juzgado por responder, ocasionándole a Carlos Enrique lesiones consistentes en policontusiones, erosiones, fractura de apófisis espinosa y contusión en el hombro izquierdo, las cuales requirieron más de tres meses para su curación.
Además, el cubano -con antecedentes penales- profirió amenazas al agente como “ya te veré en la calle vestido de paisano”, “sé dónde vives”, “eso no eres capaz de decírmelo de paisano” y “sin el uniforme no eres capaz de hacer eso”.
Ante las autoridades judiciales, Carlos Enrique admitió ser el responsable de los delitos de atentado y lesiones, mientras que el agente de la Guardia Civil reconoció ser el autor del delito de lesiones con instrumento peligroso.
En el caso del cubano, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía estimó atenuantes de dilaciones indebidas y embriaguez; y para el agente, las de dilaciones indebidas y analógica de obrar en cumplimiento del deber.
Finalmente, la Audiencia decidió imponer a Carlos Enrique la pena de un mes y quince días de cárcel por el atentado, que se sustituye por multa de tres meses con cuota diaria de seis euros; y por el delito de lesiones, la pena de 45 días de multa con cuota diaria de seis euros.
El agente fue condenado a 45 días de multa con cuota de diez euros por lesiones, y deberá indemnizar al cubano con más de ocho mil euros por las secuelas.
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