El Movimiento San Isidro (MSI) preguntará a los cubanos que quieren para sus vidas y país, dijo a CiberCuba su líder Luis Manuel Otero Alcántara, que no descartó la conversión de la recién lanzada plataforma en una fuerza política, aunque su preferencia pasa por una fundación sociocultural que de voz a los silenciados.
El anuncio del MSI de su conversión en plataforma desató especulaciones a izquierda y derecha de la oposición anticastrista, pero Otero Alcántara dejó claro que el objetivo prioritario de la nueva estructura es recorrer Cuba de punta a cabo, siempre que las autoridades lo permitan, y preguntar a los ciudadanos qué quieren para su país y para ellos.
"Yo creo que nunca me convertiría en un político, pero soy consciente que el Movimiento San Isidro es un factor de cambio y que sus integrantes tenemos proyección política", sostuvo el artista que -desde septiembre de 2018- ha levantado la voz frente a lo que considera "arbitrariedades" gubernamentales como el Decreto Ley 349, que penaliza las libertades de creación y expresión en Cuba.
"La plataforma San Isidro es el resultado de la evolución del movimiento porque estamos supliendo una necesidad que parte de la ignorancia de saber qué quiere el cubano, cómo quiere llegar a la democracia, que es el consenso básico para la mayoría, junto con la libertad", aseguró Otero Alcántara, que lamentó la sordera constante del estado castrista ante "un clamor de cambio que inunda las calles".
"Nuestra intención es acometer esta indagación entre cubanos desde un perfil artístico, cultural, incluidos perfomances; viajando hasta los lugares más recónditos de Cuba, siempre que las autoridades no lo impidan, y vamos a escuchar y a dialogar con la mayor cantidad posible de compatriotas para conocer sus inquietudes, sugerencias e insatisfacciones", añadió el artista.
"El Movimiento San Isidro debe ser una fundación independiente al servicio de los cubanos y no lo pedimos solo para nosotros, sino también para periodistas, arquitectos, abogados y otras profesiones que deben ser reconocidas como tal por el estado y, por ese camino, podemos avanzar hacia la democracia", sostuvo.
Otero Alcántara reiteró que no ve a San Isidro como un partido, pero admitió que sus acciones -y otras, como la canción Patria y Vida- ha impulsado a la oposición anticastrista ha "desempolvar y renovar" sus proyectos políticos que deben tener en cuenta el malestar de un cubano que es multado con miles de pesos y, aunque reclama ante las instituciones gubernamentales, pocas veces consigue la anulación o rebaja de su sanción.
San Isidro ha abierto espacios, desde una intención artística, para que los cubanos se expresen libremente frente a la aberración y locura del gobierno y advirtió contra la tentación totalitaria de pretender convertir toda propuesta opositora en un partido político.
"Si un animalista quiere hacer un partido verde, bienvenido sea. pero no todos los protectores de animales querrán organizarse en un partido pero todos deben tener voz junto al resto de propuestas políticas de cambio", subrayó Otero Alcántara, que recordó cómo las acciones del entonces obrero y dirigente sindical Lech Walesa contribuyeron decisivamente al fin del comunismo en Polonia.
El Movimiento San Isidro está integrado por un grupo de artistas y activistas que promueven y defienden las libertades de expresión, asociación, creación y difusión del arte y la cultura en Cuba, empoderando a la sociedad hacia un futuro con valores democráticos; tomó su nombre de un barrio habanero empobrecido.
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