El juicio del exoficial Derek Chauvin, acusado del asesinato del afroestadounidense George Floyd, que estaba previsto para efectuarse este 8 de marzo, ha sido retrasado al menos un día.
El juez de la Corte de Distrito encargado del proceso está esperando la adición de un nuevo cargo contra el acusado: el de asesinato en tercer grado, decisión que aún no se ha cristalizado. Sobre Chauvin pesan, además, los cargos de homicidio y homicidio en segundo grado.
A fines de mayo del pasado año, Chauvin fue captado en un video presionando con su rodilla el cuello de Floyd durante casi nueve minutos, en la ciudad de Minneapolis, lo que provocó protestas en cientos de ciudades de Estados Unidos y en otros países contra la violencia policial.
El cargo de asesinato en tercer grado, según la ley del estado de Minnesota, significa que el perpetrador actuó de una manera imprudente a riesgo de causar la muerte y conlleva una sentencia de hasta 25 años.
Los fiscales argumentan a favor del cargo porque es más fácil de probar que el asesinato por delito mayor involuntario en segundo grado. El cargo pendiente también brindaría opciones a los miembros del jurado sobre cómo condenar, ya que históricamente los asesinatos policiales han quedado impunes.
En Estados Unidos, la policía mata a al menos 1.000 personas en el cumplimiento del deber cada año., según un reporte de CNN. Sin embargo, de acuerdo con un estudio de varios años sobre delitos policiales que utilizó Google News, solo un total de 80 policías estadounidenses fueron acusados de asesinato u homicidio involuntario entre 2005 y abril de 2017, y únicamente, 28 de ellos fueron condenados.
En octubre pasado, el juez de la Corte de Distrito del Condado de Hennepin, Peter Cahill, había desestimado un cargo de asesinato en tercer grado, pero la Corte de Apelaciones del estado informó el viernes que Cahill debe reconsiderar su decisión.
El abogado de Chauvin comentó a Cahill este lunes que planea apelar esa decisión, pero que está dispuesto a seguir adelante con el juicio. Los fiscales, sin embargo, pidieron posponer el juicio hasta que los miembros del jurado supieran si, finalmente, debían considerar el cargo de asesinato en tercer grado.
El juez Cahill envió a los miembros del jurado a casa este lunes y ordenó que regresaran el martes mientras él y los abogados determinaban los próximos pasos.
"El estado está completamente listo para ir a juicio, pero el proceso debe llevarse a cabo de acuerdo con las reglas y la ley", dijo el fiscal general de Minnesota, Keith Ellison, quien dirige el equipo de la fiscalía, en un comunicado la mañana de este lunes.
“Ahora que el Sr. Chauvin ha manifestado su intención de apelar el fallo de la Corte de Apelaciones del viernes ante la Corte Suprema de Minnesota, como es su derecho, la Corte de Distrito no tiene jurisdicción para llevar a cabo la selección del jurado o escuchar y fallar sobre otros asuntos sustantivos en el juicio", expresó el fiscal Ellison.
La muerte de Floyd el verano pasado llevó a la nación a un momento de ajuste de cuentas racial. El resultado del juicio de Chauvin, sobre uno de los casos más gráficos de violencia policial en la historia reciente de EE.UU., servirá como un indicador importante de si el sistema de justicia estadounidense está listo para responsabilizar a las fuerzas del orden.
El 25 de mayo, la muerte de Floyd, de 46 años, fue capturada en video y llamó la atención del mundo. Las imágenes muestran a Chauvin inmovilizando el cuello de Floyd contra el suelo mientras este suplicaba y pronunciaba las palabras: "Por favor, no puedo respirar", un momento que se asemeja a las últimas palabras de Eric Garner, también afroamericano, que murió en 2014 después de que un policía lo estrangulara en Nueva York.
Los transeúntes lloraron y expresaron su preocupación por Floyd, mientras otro oficial de policía observaba cómo se desarrollaba la escena. Otros tres oficiales despedidos que estuvieron involucrados enfrentan cargos de complicidad por homicidio involuntario en segundo grado, y están programados para un solo juicio en agosto. El final del video muestra a Floyd quedando en silencio e inmóvil.
Poco después, estallaron protestas y disturbios cívicos en ciudades de todo el país, pidiendo responsabilidad policial y justicia racial. Surgieron conversaciones de larga data sobre la reforma policial, que destacaron las medidas para retirar fondos o abolir la policía y para desviar e invertir fondos hacia recursos comunitarios como el apoyo a la salud mental y las iniciativas de vivienda.
Durante las elecciones de noviembre, los votantes estadounidenses aprobaron de manera abrumadora una gran cantidad de medidas de reforma policial locales en las boletas electorales, como la creación y mejora de juntas de supervisión, el cambio de personal y financiamiento del departamento de policía y la exigencia del acceso público a las grabaciones de cámaras del cuerpo policial.
Este lunes, cientos de manifestantes se reunieron frente a edificios gubernamentales fuertemente atrincherados y asegurados en Minneapolis, antes del juicio de Chauvin. La ciudad se prepara para otro momento de disturbios, ya que desplegó más policías, además de la Guardia Nacional.
Los activistas han expresado que la fuerte presencia de las fuerzas del orden, los eslabones de la cadena y las barricadas son una prueba más de los cambios que deben ocurrir y que "la propiedad importa más que las vidas humanas".
Si la selección del jurado se reanuda mañana, se espera que el resto de los procedimientos del juicio continúen durante otras dos o cuatro semanas.
La muerte de George Floyd fue un punto de inflexión en la forma en que el mundo veía y ve la violencia policial.
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