Autoridades cubanas multaron a una familia en Matanzas y la obligaron a derribar la casa que habían levantado con esfuerzos propios, según una denuncia que circula en redes sociales.
"Así está Versalles, Matanzas, en estos momentos. No le importó a nadie cuántos menores, cuántas personas embarazadas, cuántas personas discapacitadas", afirmó la internauta Merys Reyes Blancar, vecina del esa localidad.
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Señala que esto ocurrió este fin de semana, "en plena pandemia del Covid, donde no hay comidas ni nada". La policía se presentó al lugar, y sin orden de demolición, sin ir acompañados de ninguna comisión del gobierno, ni de la dirección del PCC en la provincia, los mandaron a tumbar la vivienda por no tener los papeles de legalización de la misma.
La familia se había pasado 5 años ahorrando para empezar hacer la casa de canto porque vivían en una pequeña vivienda de madera.
"¿Hasta cuándo el atropello, demoliendo casitas a personas que lo han logrado con esfuerzo propio?", se preguntó la mujer, quien publicó un triste video donde se observa la tristeza de los niños, y los vecinos ayudándoles a rescatar los bloques que fueron mandados a quitar por la policía del régimen cubano.
"Miren qué desgraciados, sin escrúpulos, asesinos, dictadores", posteó Merys en otra publicación.
En el video se escucha a los vecinos reclamarle a las autoridades por qué no se habían presentado cuando a la familia se les mojaba la casa, en cambio iban para obligarlos a demolerla y dejarlos en la calle.
"Lo que tienen es el corazón de piedra, por qué no vienen cuando la casa se les está mojando a resolverle el problema. Eso es lo que tienen que hacer, que viven 15 y 20 gente en un hogar y no resuelven en el problema a no ser con 200 y 500 dólares", gritaba una de las vecinas de los afectados.
Por si fuera poco, al padre de familia le aplicaron dos multas, una de 4000 y otra de 2000 pesos cubanos.
Estas denuncias han generado una ola de críticas al gobierno cubano.
"Me entristece mucho lo que le han hecho a Isaida y a Kennier y a los niños, coño que hijos de puta hacerle eso a una familia, sin autorizo de demolición y sin comisión del gobierno, ni la dirección del PCC en esa provincia, a eso se le llama vandalismo, eso sí es contrarrevolución, destruir la casa de una familia cubana con niños y así de un día para otro con el sacrificio que logran hacer las cosas, que todo está caro y difícil de conseguir en este país y más para ellos porque son gente honesta y humilde. Sé que le pegaron multas de $6000 y era para que les dieran la propiedad de su casita. El que hizo eso es un hijo de puta, así mismo se le atravesaron a mi hermana, no le querían hacer su casa, pero diles a Isaida y a Kennier, a los muchachos que estamos pidiendo y que Canel no sabe esto pero lo sabrá y verás, que le van tener que hacer su casa. Coño que dolor ver a Frank, a Isaida llorando y como le destruyen la casa. Son unos terroristas los que hacen eso", dijo una mujer en Facebook.
"Que tristeza por Dios. Todavía no me cabe en la cabeza estas cosas porque sus padres se han pasado más de 5 años ahorrando su dinerito para empezar hacer su casita de canto ya que viven en una pequeñita de madera y ahora que empezaron a levantar con su esfuerzo propio le mandan a desbaratar todo, tan caro que está el Cemento y todo. Es Horrible, que dolor tan grande para esa familia y esos 2 niños que crecen sufriendo todo esto. Horror es poco...", comentó otra internauta.
Estos hechos se han vuelto frecuentes en Cuba, donde para muchos resulta impensable un desalojo en un país donde no hay viviendas suficientes para la población y donde el discurso oficialista ha reiterado en los últimos 60 años que "nadie va a quedar desamparado".
Sin embargo, lo cierto es que las denuncias de desalojos, derribo de viviendas y multas a las familias que han ocupado terrenos olvidados hasta ahora por el estado son recurrentes.
El pasado mes el régimen cubano intentó desalojar a tres mujeres con niños que habitaban desde hace años un local abandonado en Calabazar, La Habana.
Las mujeres habían ocupado una nave abandonada en la calle 283, esquina 100, que antes pertenecía a una industria de la fundición que colapsó en el periodo especial y ya no se usa.
También un anciano cubano llamado Vicente Pérez Rojas, denunció en diciembre que el Gobierno quiere desalojarlo de su actual vivienda para dársela a otras personas.
Actualmente Cuba tiene un déficit de viviendas que afecta a al menos 2.6 millones de cubanos, mientras que otras familias, miles de ellas, viven en casas deterioradas y en peligro de derrumbe especialmente en La Habana, la capital del país.
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