La cubana Amanda Santana Rizo narró su primera vez de compra en una tienda en moneda libremente convertible (MLC) en La Habana, desde las dificultades para hacerse una tarjeta hasta los precios desorbitados de los productos nacionales e importados.
Santana, tatuadora de profesión, recibió un regalo de 100 dólares de un amigo en el exterior para que ella pudiera hacer compras de artículos de primera necesidad en las tiendas en divisas en Cuba. Tras conseguir entrar a la tienda se enfrentó entonces al siguiente reto, ver qué podía elegir que cupiera en su presupuesto.
Los paquetes de pechuga de pollo los encontró a 73 dólares, un salmón completo $58, unas "croquetas que no son prodal $5". El queso que estaba a la venta era "algo muy gourmet", por lo que no pudo conseguir este producto. Los chorizos, por su parte, estaban a 15 dólares el kilogramo, tampoco los pudo llevar.
En la tienda encontró muchos productos sin precio, una infracción habitual en estos establecimientos estatales. Las vendedoras estaban conversando entre ellas y al preguntarles no eran capaces de responder el valor de las cosas a la venta.
"Dentro y fuera de la tienda militares y policías, te miran, te chequean las jabas, el vale, te van toreando por dónde salir, por dónde coger, párate para allá, ¡no me pueden hacer media aquí!´ (...) Tal parece que nos están haciendo un favor, que hay que agradecer, como si no estuvieras pagando con tu dinero, dinero que ya no es tuyo desde el minuto en que lo depositas en el banco y pasa a ser un numerito simbólico en esa tarjeta igual de fea que el carné", comentó esta cubana que en 31 productos gastó más de 73 dólares.
También a este tema de los precios en las tiendas en MLC en Cuba y al desabastecimiento en el resto de establecimientos comerciales del país se refirió un ciudadano en el grupo de Facebook Profesionales cubanos de la salud por una Cuba de Patria y Vida.
"Cuando tomaron la decisión unilateral de imponer las tiendas en MLC (moneda que solo existe en Cuba), ellos nos dijeron que era una medida para recaudar las divisas que se utilizaban en la comercialización informal en toda Cuba, esta recaudación de divisas tenía como uno de sus destinos el de garantizar que las demás tiendas que estaban en aquel entonces continuaran funcionando y abastecidas. Un año después vemos que todos los productos ahora solo se comercializan en esas tiendas en MLC y las demás han quedado desabastecidas en su totalidad" dijo Barraza Alberto en Facebook.
Las quejas sobre el servicio de las tiendas en MLC en Cuba no parecen tener fin. Las personas aseguran que estas unidades comerciales no dan respuesta a la demanda de la población y solo agudizan las dificultades para adquirir los productos.
Hace unas semanas un cubano reaccionó indignado ante la venta en una ferretería en dólares en Ciego de Ávila de productos de la empresa Cepil. “Me parece una soberana falta de respeto, con toda la dosis de hipocresía que lleva el hecho de que estén vendiendo artículos de Cepil en la ferretería en MLC”, escribió en Facebook y aseguró que "eso no es Tarea Ordenamiento, eso es reírse descaradamente del pueblo".
Las colas para acceder a estas tiendas son agónicas, así lo mostró una mujer desde un establecimiento comercial del reparto Flores. “Se nos va la vida en colas”, se quejó en un vídeo que captó el desespero de decenas de personas apostadas en las afueras de una tienda de víveres queriendo comprar alimentos.
Muchas veces las personas consiguen hacer la cola para comprar y al entrar a la tienda descubren que no hay en ella los productos que necesitan o pueden pagar. Los cubanos han llegado incluso a crear en las redes sociales como WhatsApp, Telegram y Facebook grupos de ayuda para descubrir "dónde hay", las cosas que buscan.
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