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Los médicos personales de Alexéi Navalny alertaron este fin de semana del grave deterioro de salud del opositor ruso, en huelga de hambre desde el 31 de marzo para reclamar una atención sanitaria adecuada en prisión.
El equipo médico del activista anticorrupción, preso en una severa colonia penal desde mediados del mes pasado, ha exigido poder visitarle. Navalny corre el riesgo de morir “en cualquier momento” y “debería estar en cuidados intensivos”, aseguró uno de sus facultativos, Yaroslav Ashijmin, en un comentario en las redes sociales en el que muestra los análisis del opositor, que la familia ha accedido a publicar.
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El equipo del disidente ruso también ha denunciado que la falta de atención apropiada y el trato que recibe el opositor en la colonia penal es un “asesinato a cámara lenta”. El opositor está en su tercera semana en huelga de hambre y hace unos días declaró, a través de sus abogados, que la dirección del penal amenazaba con alimentarle a la fuerza.
La salud del opositor se deteriora dentro de los muros de la colonia penal IK-2, a unos 100 kilómetros de la capital rusa, donde cumple condena por violar los términos de la libertad condicional de una sentencia por fraude -que ya hace cuatro años el Tribunal de Estrasburgo declaró “arbitraria e injusta”-, precisamente por estar en Alemania tratándose del gravísimo envenenamiento que casi le cuesta la vida.
Navalny ha perdido 16 kilos desde que ingresara en prisión y 9 desde que iniciara su huelga de hambre.
Este sábado, la portavoz de Navalny, Kira Yarmysh, aseguró que podría morir en “cuestión de días”. Y ante la negativa de las autoridades rusas de hospitalizar al opositor en un centro con profesionales independientes y de su elección, y no solo con los sanitarios del penal o designados por las autoridades penitenciarias, sus partidarios han convocado nuevas protestas para este miércoles, el mismo día en el que Putin tiene previsto pronunciar su discurso sobre el estado de la nación.
El crítico más destacado contra Vladímir Putin se recuperó de un grave envenenamiento el pasado verano en Siberia con Novichok, una neurotoxina de uso militar de la época soviética, tras el que Occidente ve la mano del Kremlin. Luego fue condenado a tres años de cárcel en un controvertido caso, preocupa a la UE y Estados Unidos.
Navalny se ha quejado de un fortísimo dolor de espalda al poco tiempo de llegar a la colonia penal, donde denunció que le sometían a torturas de privación del sueño, despertándole cada hora por las noches para verificar que no había huido, pese a que el opositor volvió el pasado enero voluntariamente desde Berlín a sabiendas de que con toda probabilidad sería detenido al llegar a Moscú.
Al dolor de espalda se ha sumado el entumecimiento primero de una pierna y después de las dos y de las manos. Los médicos creen que tiene una hernia discal, pero tampoco descartan que sufra los efectos del envenenamiento del verano. El opositor ha declarado también que no puede descartar que sigan envenenándole.
La directora del sindicato Alianza de Doctores, Anastasia Vasilieva, ha publicado una copia de los resultados de sus análisis de sangre que mostraban lo que, según ella, eran niveles "críticos". "Esto significa que hay un fallo renal que puede llevar en cualquier momento a una grave alteración de su ritmo cardíaco", ha dicho en su Twitter.
Más de 80 personalidades del mundo de la cultura internacional han publicado un manifiesto en el que exigen a Putin que se brinde asistencia médica al opositor ruso.
La misiva, que publicaron este viernes varios diarios europeos, revela que el opositor "tiene el derecho legal de ser examinado y tratado por un médico de su elección", se puede leer en una carta publicada en varios diarios europeos.
Entre los firmantes figuran personalidades como Martin Amis, Vanessa Redgrave, J.K. Rowling, Salman Rushdie, Amelie Nothomb, David Duchovni, Mario Vargas Llosa, o Fernando Savater, entre otros.
Por su parte, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, ha avisado este domingo a las autoridades rusas de que habrá "consecuencias" si el líder opositor muere durante la huelga de hambre.
"Nos hemos puesto en contacto con el Gobierno ruso y les hemos avisado de que serán hechos responsables ante la comunidad internacional", declaró Sullivan a la cadena CNN.
"Estamos examinando un espectro de respuestas que podríamos efectuar, y desde luego que no voy a telegrafiarlas en público en este momento, pero les hemos hecho saber que habrá consecuencias si Navalny muere", ha añadido.
La Unión Europea también ha aumentado su presión para exigir la puesta en libertad del opositor. El Alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, ha hecho público un comunicado en el que asegura estar "profundamente preocupado" por el deterioro de salud de Navalny.
"Las autoridades rusas son responsables de la seguridad y salud de Navalny en la cárcel, por lo que les pediremos que rindan cuentas", ha dicho Borrell. "La Unión Europea sigue exigiendo la puesta en libertad inmediata y sin condiciones, puesto que consideramos que su condena estuvo políticamente motivada y va en contra de las obligaciones de Rusia para con los derechos humanos.
La Unión Europea condenó con contundencia el envenenamiento de Navalny e impuso sanciones a seis altos funcionarios rusos el pasado mes de octubre y a otros cuatro ciudadanos rusos en febrero por su papel en su "detención arbitraria".
"El de Navalny no es un caso aislado", continúa el comunicado, "sino que confirma un patrón negativo de reducción de espacio para la oposición, la sociedad civil y las voces independientes en la Federación Rusa".
La Unión Europea abordará el asunto durante la reunión que los ministros de exteriores mantendrán este lunes.
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