El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, instó en su primer discurso ante el Congreso a que el Legislativo apruebe este año una reforma migratoria que otorgue protección a los “soñadores” (dreamers), jóvenes indocumentados llegados al país siendo menores de edad.
En su discurso, el mandatario demócrata -que busca marcar una diferencia con respecto a la dura política migratoria adoptada por su predecesor, Donald Trump- también llamó a dar protección a los migrantes beneficiados con el Estatuto de Protección Temporal (TPS) para originarios de países que sufren catástrofes naturales o violencia política.
Biden también instó a poner fin a "la agotadora guerra" partidista sobre la inmigración durante el primer discurso de su mandato y pidió al Legislativo que apruebe su reforma migratoria, que busca regularizar a los 11 millones de inmigrantes irregulares que viven en el país, un proyecto que está estancado en el Senado ante la falta de apoyo de la oposición republicana.
"Si creen que necesitamos una frontera segura, apruébenla. Si creen en una vía hacia la ciudadanía, apruébenla. Si realmente quieren resolver el problema, les he enviado el proyecto, ahora apruébenlo", afirmó Biden este miércoles.
El líder demócrata también aseguró que "durante más de 30 años los políticos han hablado sobre la reforma migratoria y no han hecho nada" y sostuvo que "ha llegado el momento de resolverlo".
Pese a esa defensa inicial de su reforma migratoria, Biden pareció renunciar al proyecto maximalista al tender la mano a los republicanos moderados, a los que necesita para aprobar cualquier iniciativa, y les instó a priorizar ciertos grupos dentro del proyecto legislativo.
Ante la dificultad de conseguir los 10 votos republicanos que necesitan en el Senado, los demócratas están intentando impulsar esa reforma por partes.
"Si el Congreso no va aprobar mi plan, al menos aprobemos lo que estamos de acuerdo", dijo Biden, al citar a los "soñadores", los trabajadores agrícolas y a los beneficiarios de los programas Estatus de Protección Temporal, categorías ya aprobadas en la Cámara Baja.
La reforma migratoria propuesta por Biden en su primer día en el poder contempla un proceso de 8 años para que los 11 millones de indocumentados del país logren la ciudadanía.
Desde la llegada del demócrata a la Casa Blanca, en enero, Estados Unidos ha registrado además cifras récord de detenciones de indocumentados en su frontera con México, con más de 172.000 arrestos en marzo, entre ellos casi 19.000 menores, un dato sin precedentes.
El Gobierno de Biden ha recibido críticas porque muchos menores que han cruzado la frontera se han quedado más tiempo del permitido por ley en centros de detención gestionados por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza estadounidense (CBP, en inglés), que no están diseñados para niños.
En su discurso, Biden también celebró los avances en la lucha contra la crisis sin precedentes de la pandemia del coronavirus, en un mensaje para defender su masivo plan de gasto para apoyar a la clase media y a los trabajadores “olvidados”.
“Ahora, después de sólo 100 días le puedo reportar al país, que Estados Unidos está avanzando de nuevo”, dijo el mandatario demócrata, que afirmó haber heredado un país en crisis con la peor pandemia de la historia y la peor crisis económica desde la Gran Depresión.
El mandatario también destacó el plan de vacunación masiva que ha logrado que más de la mitad de la población adulta haya recibido ya al menos una dosis y que desde enero las muertes por COVID-19 hayan caído en un 80%.
“Gracias a ustedes, al pueblo estadounidense, nuestro progreso en estos 100 días contra una de las peores pandemias de la historia es uno de los éxitos logísticos más grandes que nuestro país jamás haya experimentado”, afirmó.
Biden recibió un aplauso al entrar al hemiciclo, una bienvenida alejada del estruendo que suele acompañar a los mandatarios en esta ceremonia, muy mermada este año por las restricciones de la pandemia. Al subir al podio y ser recibido por la vicepresidenta Kamala Harris y la líder de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, Biden las saludó por sus cargos, marcando la primera vez que estos puestos son denominados en femenino. “Ya era hora”, celebró Biden.
El principal eje de esta tradicional cita de la política estadounidense fue el proyecto para las “familias estadounidenses”, que contiene una “inversión histórica” en educación y en la infancia. El plan, que ha despertado la ira de los republicanos, es ambicioso: prevé un billón de dólares en inversiones, especialmente en educación, y 800,000 millones en recortes de impuestos para la clase media.
Este plan está orientado a crear “millones de empleos” y según Biden el 90% de los empleos en infraestructura están pensados para personas sin una titulación universitaria. “Yo sé que algunos de ustedes en casa se preguntan si estos empleos son para ustedes, ustedes se sienten dejados atrás y olvidados en una economía que está cambiando rápidamente”, afirmó Biden.
Para financiarlo, el demócrata ha propuesto cancelar los recortes de impuestos para los más ricos aprobados en la administración de Donald Trump. Las empresas y los más ricos deben pagar “su justa parte”, defendió el presidente.
El plan requiere de la aprobación de un Congreso muy dividido, con una leve mayoría de los demócratas, pero que no garantiza la tramitación de los proyectos.
¿Qué opinas?
VER COMENTARIOS (2)Archivado en: