La periodista independiente Miriam Herrera, colaboradora de Cubanet, falleció este viernes en La Habana, a los 72 años, víctima de secuelas derivadas de la COVID-19, según informa el diario 14yMedio.
Herrera coordinaba en Cuba la Comisión de Atención a Periodistas de la Asociación para la Libertad de Prensa.
Hace cuatro años estuvo en la OEA representando a los periodistas cubanos y leyó ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos un informe sobre el ejercicio del periodismo en la Isla, que documentaba 213 represalias contra informadores en activo en Cuba, según publicó en su momento Cubanet.
La abogada Laritza Diversent, de Cubalex, lamentó hoy la muerte de Herrera en Facebook. "El COVID-19 le ganó la pelea por la vida. Llevaba días hospitalizada. Llegue un abrazo a los familiares en la distancia, a sabiendas de que no hay palabras que puedan aliviar su dolor. En paz descansa, Miriam. Yo tuve el privilegio de conocerte y seguiré tus pasos, lucharé por la libertad y la democracia hasta que se cierren mis ojos para siempre", escribió.
Este jueves el Ministerio de Salud Pública informó que Herrera había dado negativo en la PCR y su situación era crítica-estable.
Según el parte diario del 29 de abril, Herrera era hipertensa y había sufrido una cardiopatía isquémica. De hecho, el jueves seguía en terapia intensiva en el Hospital Naval, de Habana del Este. Los médicos le habían realizado una traqueotomía y presentaba pico febriles.
Hace dos días estaba sedada, intubada y estable hemodinámicamente. Tenía un ritmo diurético normal y en los Rayos X de tórax que le hicieron los facultativos confirmaron que tenía inflamadas las bases de ambos pulmones.
Su deceso, en la noche de este viernes, no aparece en las estadísticas oficiales del Ministerio de Salud Pública publicados al cierre del 30 de abril.
Como viene siendo habitual, el Gobierno cubano no incluye las muertes provocadas por secuelas del coronavirus en el parte de la pandemia.
Un caso similar ocurrió el pasado 12 de diciembre, cuando falleció en Santiago de Cuba un joven de 21 años que ingresó por coronavirus y desapareció de las estadísticas oficiales al dar negativo en PCR. Murió de complicaciones derivadas de la COVID-19. El Minsap no lo contempla como víctima de la pandemia.
Sin embargo, el científico cubano Eduardo López-Collazo, director del Centro de Investigaciones Sanitarias del Hospital La Paz, de Madrid y autor del libro "Coronavirus ¿la última pandemia?" ha explicado a CiberCuba que un fallecimiento en esas circunstancias debe considerarse muerte por coronavirus.
Opina lo mismo el médico español José Alonso, radiólogo del Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia y catedrático de Medicina de la Universidad Católica de Murcia.
"El problema de la Covid es que tiene unas complicaciones que son secundarias porque nuestro organismo hace una respuesta inmune que lo que hace es corromper el sistema inmunológico, de la vascularización o de la sangre por decirlo de manera coloquial. Estos pacientes lo que hacen es una reacción que se llama trombosis generalizada. ¿Y qué significa eso? Que haces un tromboembolismo pulmonar o los trombos se aforan también en el riñón. Los pacientes aparentemente están bien, pero el coronavirus no solo ataca al pulmón, sino también las arterias que irrigan al pulmón, el riñón y el corazón y por eso mueren", señaló a este portal.
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