La ciudad de Palm Beach, situada al sureste de Florida, permitirá al ex presidente Donald Trump residir en su club Mar-a-Lago, a pesar de que residentes en la localidad se habían opuesto alegando que ello incumpliría un acuerdo de Declaración de Uso firmado en 1993.
John Randolph, abogado de la ciudad, concluyó que dicho acuerdo no prohíbe específicamente que Trump viva allí, reveló al diario Daily News Palm Beach el administrador de la ciudad, Kirk Blouin.
Aquel documento autorizó a Trump a convertir su residencia en un club privado, y según Randolph, el código de zonificación de la ciudad establece que los clubes privados pueden dar alojamiento a un "empleado de buena fe", entendiendo como tal a "cualquier persona que generalmente trabaja en el sitio para el establecimiento e incluye propietarios únicos, socios, socios limitados, funcionarios corporativos y similares".
El letrado estima que Trump ha dado a la ciudad suficiente evidencia como para considerarlo un empleado genuino de Mar-a-Lago.
John B. Marion, abogado de Trump, informó que su representado deberá cumplir algunas condiciones, como supervisar la propiedad, evaluar el trabajo de los empleados, revisar las finanzas del club, ir a eventos, saludar a los invitados y sugerir candidatos para la membresía.
Trump se mudó con su familia al club el pasado 20 de enero, cuando tuvo que dejar la Casa Blanca al perder las elecciones de noviembre.
Él, su esposa Melania y su hijo Barron establecieron su domicilio legal en esa mansión a finales de 2019, y desde entonces se cuestionaba si podrían fijar su residencia en el lugar.
Los vecinos de Mar-a-Lago alegaban que Trump había perdido su derecho a residir de forma definitiva en la propiedad, porque el acuerdo de 1993 prohibía a los socios del club vivir allí por un periodo prolongado.
También aludieron a cuestiones de seguridad, debido a posibles manifestaciones de partidarios políticos del ex líder republicano.
En febrero se celebró una reunión del Consejo Municipal de Palm Beach para debatir si Trump tenía derecho a residir en su club Mar-a-Lago.
Los que estaban en contra recordaron que el ex mandatario compró en 1985 la antigua propiedad de Marjorie Merriweather Post y ocho después la convirtió en el actual club exclusivo que es hoy.
Sin embargo, para lograr esa transformación debió aceptar varias limitaciones, como que los miembros del club no podrían permanecer más de 21 días al año, y no consecutivos, algo que Trump ha incumplido durante décadas.
El abogado Philip Johnston, representante de residentes de Palm Beach, agregó que muchos de ellos estaban preocupados por si Mar-a-Lago se convertiría "en un faro permanente para sus seguidores más rabiosos y sin ley".
¿Qué opinas?
VER COMENTARIOS (2)Archivado en: