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El actor cubano Antonio Arroyo mostró su asombro y su alegría al conseguir pan sin necesidad de hacer cola, algo muy común por estos días en La Habana, luego de que el gobierno anunciara que la oferta diaria de pan liberado se reduciría hasta en un 30 por ciento debido al déficit de harina.
"Mi cara al conseguir una bolsa de pan y sin cola", expresó en su muro de Facebook.
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La publicación ha generado numerosos comentarios de amigos y familiares que lo felicitaron por tener tanta suerte, en momentos en que para adquirir pan hay que permanecer varias horas en larguísimas colas y no son pocos los que llegan a marcar de madrugada para garantizar la compra.
El actor, residente en el municipio Mantilla, dijo en la sección de comentarios que había salido temprano con la idea del sufrimiento y fue todo lo contrario.
"Se vienen tiempos peores. No hay harina y el pan por la libre lo van a quitar, solo queda el de la libreta con añadido al 30% de harina de maíz. Hoy fue milagrosa esa bolsa de pan", añadió.
"Ja, ja, prepárate, porque aquí en el Vedado las colas de 12 (panes) son de una hora y media a dos horas, y con la rebaja de la harina del 30 por ciento tendré que pagar 100 pesos al señor que me hace la cola", dijo la destacada actriz Miriam Socarrás.
"¡Ahórralo!, que a partir del día 10 creo que no será exactamente 'el pan nuestro de cada día', sino de cuando aparezca, por el déficit de harina", alertó un santiaguero residente en la capital.
Una ama de casa calificó las colas como "algo aterrador".
"Al parecer tendremos que comer casabe o tortillas de maíz. Menú de crisis, el problema es tener algo que tragar", señaló.
Una contable de Santa Clara advirtió que en su provincia sucede exactamente igual.
"Tenemos que recurrir a los particulares que lo revenden, la bolsa de 6 pancitos de 40 gramos a 30 pesos, no nos queda de otra, si no, no lo comes", subrayó.
La escasez de pan constituye un gran problema para el pueblo cubano, que padece un grave desabastecimiento de comida en los mercados y que suele utilizar el pan para reforzar o sustituir aquello que falta en la mesa.
Aunque la crisis del pan ya existía desde hace meses, la reducción de su venta en la red gastronómica y los organismos estatales ha agravado la situación.
A pocas horas de conocerse la medida, las reacciones entre los consumidores cubanos no se hicieron tardar.
"Ahora sí se pone buena la cola del pan", comentó la periodista Sonia Sánchez, quien esta semana compartió en sus redes sociales la foto de una aglomeración de personas en días previos para poder adquirir el producto.
La poca disponibilidad de harina de trigo afecta también a otras provincias. En Santiago de Cuba las panaderías se han visto obligadas a experimentar con harina de maíz para suplir el déficit y poder satisfacer la demanda.
La elaboración de pan no es la única dañada, la de productos derivados y otros alimentos como las galletas también se ha reducido.
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