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“Sabía mucho de béisbol y era una gente necesaria en esta pelota nuestra”. Así ha resumido el ex receptor Frank Camilo Morejón su sentir ante la muerte de Higinio Vélez Carrión, presidente de la Federación Cubana de Béisbol desde junio de 2008, por complicaciones derivadas del COVID.
“Es una pérdida dura para el béisbol cubano. Él fue parte de una generación de managers talentosos egresados del Fajardo, y se convirtió en un director muy exigente con la disciplina. Así llegó a ser uno de los más ganadores de las Series Nacionales”.
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De 74 años, Higinio lidió durante días contra los efectos de la pandemia, que previamente había provocado el deceso del comisionado nacional Ernesto Reynoso.
“Hay mucha gente que lo critica –señala el otrora cátcher del equipo Cuba- por cosas que él no podía decidir personalmente. Higinio no era mago ni podía solucionar cosas que no estaban a su alcance. Creo que fue sobreexigido y ofendido de manera grosera muchas veces”.
A raíz de la muerte de Reynoso, diversos medios se hicieron eco de que Higinio recibía respiración artificial, y además reportaron que el veterano manager Carlos Martí también se había contagiado con la enfermedad, aunque en su caso afortunadamente consiguió rebasarla. Otro que fue diagnosticado positivo fue Rodolfo Puente, ex estrella de los equipos nacionales.
El mayor logro del fallecido directivo santiaguero fue la consecución del vicecampeonato en el Clásico Mundial de 2006. No obstante, también dirigió las escuadras que acabaron imponiéndose en los Juegos Panamericanos de 1987 y 2003, las Copas Mundiales de 2001, 2003 y 2005, y los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.
Higinio conquistó nueve coronas nacionales como mentor (cuatro Series Nacionales, tres Selectivas y dos Copas Revolución) y se impuso en 892 partidos.
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