Un artículo publicado este lunes en el periódico Escambray asegura que Sancti Spíritus va camino a la despoblación y cita estadísticas demográficas que muestran cómo en esa provincia mueren más personas de las que nacen.
Las cifras detalladas la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) para Sancti Spíritus arrojan un saldo demográfico negativo: al cierre del 2020 la población espirituana se había reducido en más de 1 230 habitantes en comparación con el período precedente. Mientras que el número de muertes durante el pasado año se elevó a 4 739, el de nacimientos fue de apenas 3 843.
A eso habría que añadir el saldo migratorio, que en el propio período incluyó a algo más de 330 personas que abandonaron el país.
La propia ONEI registra un marcado desbalance entre la tasa bruta de natalidad en Sancti Spíritus durante el período analizado (8.3 nacimientos por cada 1 000 habitantes) y la tasa bruta de mortalidad (10.2 fallecidos por cada 1 000).
La provincia reproduce así el saldo demográfico negativo de la isla, que en 2020 registró más muertes que nacimientos. El año pasado nacieron en la isla 105 mil niños y murieron 111 mil personas.
Si se revisan las estadísticas provinciales relativas a los nacimientos del último decenio, las alarmas se disparan. Con signo positivo están marcados únicamente los años 2013 y 2014, cuando se registraron incrementos de 30 o menos alumbramientos. De entonces a la fecha el signo negativo no ha dejado de aparecer junto a cada uno de los registros anuales, con una reducción promedio de 208 nacimientos. En el 2019 la diferencia fue de 265 neonatos, y en el 2020 significó 325 recién nacidos menos.
"Al paso que lleva la provincia, la tercera más envejecida del país y donde el número de muertes ha ido en ascenso como consecuencia lógica, el decrecimiento de la población podría alcanzar niveles desafortunados", asegura Escambray.
El reportaje también cita los esfuerzos del Gobierno Provincial, para incrementar la natalidad, incluida la asignación de 1 500 000 pesos, cifra que permitió respaldar, de acuerdo con la fuente, a más de una veintena de madres, mediante la conservación y rehabilitación de sus viviendas, así como por medio de la construcción de nuevos domicilios.
Las autoridades también han estimulado Programa de Atención a la Pareja Infértil, y al cierre del 2020, se atendieron en todo el territorio 1 108 parejas por primera vez en ese tipo de servicios, lo cual produjo 498 embarazos.
Sin embargo, la actual pandemia de coronavirus, las ganas de emigrar y las difíciles condiciones de vida que enfrentan los cubanos luego del llamado "reordenamiento económico" no parece que vayan a mejorar la situación demográfica en un futuro inmediato.
“No estoy dispuesta a parir ahora, mi esposo y yo acordamos esperar. Todo está muy difícil y para conseguir cualquier cosa, desde la comida del bebé hasta los pampers o las toallitas húmedas, hay que ser casi mago. Encima de eso, está el enorme riesgo del coronavirus”, confiesa una joven estomatóloga a Escambray.
Entre las causas del desbalance demográfico cubano los expertos mencionan la acelerada emigración de mujeres en plena edad reproductiva y de mayor fecundidad (20-24 años), la escasez de vivienda y el aplazamiento de la maternidad por intereses profesionales o carencias económicas.
La actual "tormenta demográfica" ha puesto al gobierno a "pensar en alternativas" para revertir un escenario agravado por las migraciones ya que hay proyecciones que apuntan a que entre 40 y 44 mil cubanos se marcharán cada año del país.
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