El periodista cubano Héctor Luis Valdés Cocho denunció este viernes el corte de sus servicios de telefonía móvil por la empresa estatal de telecomunicaciones de Cuba ETECSA, a la que acusó de “cómplice del sistema totalitario que impera y de los secuaces que ayudan a que se sostenga”.
El reportero del diario digital ADN Cuba refirió que “desde el pasado día 2 de mayo mi línea móvil original, que está a mí nombre, se encuentra deshabilitada”. Pese a sus reclamos a ETECSA, no ha logrado más que la excusa de “que estaban presentando problemas en la red”.
Ante la imposibilidad de usar su línea, procuró un nuevo número a nombre de un desconocido, para intentar burlar la censura. “Con ella pude seguir conectado hasta el día de hoy que, como pueden ver en las capturas, ambas líneas se encuentran deshabilitadas, teniendo saldo disponible y un paquete de datos vigente. No bastó con cortarme el acceso a Internet sino ahora me restringen el servicio de llamadas telefónicas”, precisó.
En conversación con CiberCuba, el reportero aclaró que en una de sus visitas a las oficinas de ETECSA pudo desmontar la excusa de la empleada que lo atendió: “Le di una prueba de que no era ningún tipo de problemas de red porque cuando puse los datos móviles en mi línea alternativa, automáticamente llegaron los datos”, cosa imposible de lograr con su línea original.
Al final, la empleada no supo explicar cuál era el problema. Para Valdés Cocho, sin embargo, esta claro: es parte del patrón represivo de la Seguridad del Estado, lo cual considera patético.
“Qué triste es para un gobierno tener que usar métodos tan bajos (incluso para personas de su calaña), como estos. El tratar de silenciar a una persona por el solo hecho de temerle a la verdad es, además de bajo, despreciable”, señaló en referencia a su labor como comunicador para un medio de prensa independiente.
El reportero sabe también a qué se debe este nuevo capítulo de vulneración de sus derechos que, según dijo a CiberCuba, “comenzó con todo este proceso de exigirle al régimen cubano indemnización por los daños que sufrieron obras de arte de Luis Manuel Otero Alcántara”.
A la incomunicación telefónica se suma la vigilancia intermitente de la que ha sido víctima, en especial, “con la huelga de hambre de Luis Manuel y durante el tiempo que estuvo secuestrado en el Calixto García”, recuerda.
Paralelamente, a su pareja también le han cortado los servicios de internet e incluso a quienes los visitan en su casa.
La afectación, preciso Cocho, “abarca amistades que han venido de visita en el momento que me encuentro transmitiendo en vivo y también les cortan el internet, o sea, llegamos a la conclusión que no es solamente a mí sino que algo han colocado en los alrededores de mi casa que corta el servicio de datos móviles a todo el radio alrededor de mi casa”.
Además de la violación a sus derechos humanos, la arbitrariedad constituye una falta de respeto a Valdés Cocho como cliente que ahora se siente doblemente estafado, en tanto ni pagando elevadas tarifas de conexión puede disfrutar de internet, un servicio que también es un derecho humano.
“Tanta represión ejercida sobre ti tanto psicológica como física, y ahora también se violan todos los derechos que tú tienes al pagar un servicio de internet que es bastante caro y entonces te limitan tus derechos como cliente”, dijo.
Este viernes el líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), José Daniel Ferrer, denunció en la red social Twitter cortes de servicio de telefonía a varios usuarios como antesala a un evento de la oposición.
El corte de la telefonía e internet, así como la vigilancia y las detenciones domiciliarias sin causa judicial que lo justifique forman parte del sistema de represión empleado de manera cada vez más frecuente en Cuba en contra de activistas, periodistas y la sociedad civil cubana en general.
Víctimas de ellos es la reportera de CiberCuba Iliana Hernández, impedida de salir de su casa desde hace más de dos meses. El propio Valdés Cocho fue detenido mientras intentaba llegar al domicilio de la reportera a principios de junio.
Otros casos son el de la historiadora de arte Carolina Barrero, a quien recientemente la policía transportó en un carro de patrullas por no dejarla salir sin custodia policial, y el de la periodista de 14yMedio Luz Escobar, obligada a permanecer encerrada con sus hijas cuantas veces dispongan los agentes que la asedian.
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