Familiares de Hilda Noriega y Oresme Gil Guerra, dos cubanos que se cuentan entre los desaparecidos tras el desplome del edificio en Surfside, Miami Beach, revelaron este sábado detalles personales sobre las víctimas del trágico suceso.
Hilda Noriega, de 92 años, vivió en Champlain Towers durante más de dos décadas. “Íbamos a mudarla a nuestra casa y su condominio estaba a la venta”, dijo Sally Noriega, su nuera, a la agencia estadounidense de noticias AP.
Describió a su suegra como una mujer muy activa, que disfrutaba de vivir cerca del mar y de sus amistades. Sin embargo, había decidido mudarse luego de perder a su esposo, con el fin de pasar más tiempo con su familia y nietos.
La nuera de Hilda Noriega la calificó además como “una persona extremadamente cariñosa y dulce”, que construyó una vida con su esposo y formó una familia después de llegar a Estados Unidos desde Cuba en 1960.
“Ella era solo una de esas personas que desde la primera vez que conocía a otra la amaba instantáneamente y luego esa persona le devolvía el afecto”, aseguró.
Por otra parte, Michelle Guerra, hija de Oresme Gil Guerra, comentó a medios de Florida que su padre era “un feroz guerrero de la perseverancia, y nos inculcó eso a mi hermano ya mí, y en este momento es realmente útil”.
Guerra habitaba una unidad en el noveno piso junto a su esposa Betty, cuando presumiblemente durmiendo en casa, la torre se derrumbó. Nadie ha sabido nada de la pareja desde entonces. Más de 48 horas después del colapso, su hija conserva las esperanzas.
Oresme Gil Guerra llegó a Estados Unidos siendo adolescente y tomó clases de inglés por la noche mientras realizaba trabajos manuales durante el día para llegar a fin de mes. Continuó pagando su camino a través de la Universidad de Miami y trabajó para tener la vida que siempre había soñado.
“Él proporcionó una vida maravillosa para mi familia y para mí”, dijo su hija. “No lo vi porque estaba demasiado cerca de la situación y era demasiado joven para entender lo que realmente significaba una casa hermosa, una piscina, comida en mi mesa. No sabía cómo estar agradecido por todo eso. Ahora sí”.
Historias íntimas de desaparecidos por el funesto hecho han seguido emergiendo en estos días de incertidumbre, como la del matrimonio cubano de Antonio y Gladys Lozano, cuyo hijo había incluso cenado con ellos unas horas antes del colapso.
La víspera, las autoridades informaron que al menos 159 personas se encontraban desaparecidas tras el desplome del complejo multifamiliar. Una de ellas, también cubana, fue identificada con el nombre de Magaly Delgado, de 80 años y con fecha de llegada a Estados Unidos en la década del 60.
Un grupo de propietarios de apartamentos en el complejo de condominios Champlain Towers South presentó una demanda contra la asociación de condominios que busca compensar a las víctimas del fatal hecho, con más de $5 millones de dólares por los daños sufridos.
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