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Una madre cubana afirma que vive "raspando la tierra" para dar de comer a sus cuatro hijos menores en medio de la escasez de alimentos y productos básicos que vive el país.
La joven Bárbara Yadira González contó al portal de noticias Cubanet que es difícil conseguir alimentos para los niños, pero sus problemas no terminan con la alimentación, ella además no tiene donde vivir y se encuentra deambulando por casa de conocidos y amigos en el municipio habanero de La Lisa.
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A pesar de haber pedido ayuda al gobierno, su situación todavía no se ha resuelto; aun cuando le dijeron que había sido incluida en un plan gubernamental para el otorgamiento de una vivienda.
Relata que tuvo que salir de su casa porque su papá era alcohólico y allí era insostenible la convivencia con cuatro pequeños.
“Estoy deambulando de casa en casa, vengo de un núcleo disfuncional porque no puedo convivir con mi papá, que es una persona que toma. (...) Es un barrio insalubre donde no hay propiedad y estoy con mis cuatro niños en la calle”, relató.
Actualmente vive con un amigo en una pequeña casa de madera que no reúne las condiciones necesarias para una vida digna. Además, tiene un tumor intrauterino que le impide trabajar y se encuentra extremadamente delgada.
“En esta casa no hay condiciones para que los niños convivan. Dos de ellos tienen problemas de salud y aquí es prácticamente imposible vivir con ellos, porque no hay condiciones de ningún tipo. Los niños duermen en el piso; la taza (del baño) está desbordada de heces (fecales) y es terrible”, dijo a Cubanet.
En medio de esa situación la familia no tiene sustento económico y el padre de los menores no la ayuda. Cuenta González que el Ministerio del Trabajo y Seguridad Social le concedió una pensión pero luego se la retiró alegando que ella “era joven y podía trabajar”.
“Ellos no creen en mi enfermedad; les llevé cuatro certificados y un resumen de historia clínica, y me dijeron que la letra no era legible, que no entendían, que le buscara un certificado más auténtico que especificara que yo no podía trabajar”, dijo mientras mostraba los documentos.
Los funcionarios luego dijeron que el médico del hospital oncológico de La Habana, donde se atiende, no existían; y volvieron a exigirle que comenzara a trabajar.
El medio de prensa corroboró que González aún es atendida por el Instituto de Oncología a causa de un tumor intrauterino y debe asistir a consulta cada tres meses. La mujer tiene pendiente una cistoscopia porque está orinando sangre, posiblemente a causa de las radiaciones aplicadas en la zona afectada por la tumoración.
En medio de esa situación las autoridades no le dan respuesta de una vivienda, supuestamente había sido incluida en un plan gubernamental mediante el cual le otorgarían una casa pero según su testimonio, solo la pelotean.
“La respuesta que me dan es que yo no soy la única; que hay casos más críticos que el mío. Siempre es una muela distinta: ‘Ve para aquí y para allá’. Y es por gusto, todo es una mentira y todo es un engaño”, comentó.
Otras madres cubanas viven la misma odisea de González para garantizar el sustento de sus hijos, en un contexto agravado por la escasez de vivienda.
Hace algunas semanas autoridades cubanas amenazaron con desalojar a siete mujeres y diez niños que viven de manera ilegal en un local estatal que estaba abandonado en La Habana, el cual debieron ocupar porque no tenían casa.
Esas mujeres denunciaron que desde abril han sido agredidas varias veces, sobre todo por las noches, por hombres presuntamente enviados por el régimen para intimidarlas.
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