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El cubanoamericano Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional de EE.UU., advirtió a cubanos y haitianos que no intenten arribar ilegalmente a las costas estadounidenses porque no se les permitirá entrar.
“A ningún migrante interceptado en el mar, independientemente de su nacionalidad, se le permitirá ingresar a Estados Unidos”, dijo en conferencia de prensa el alto funcionario, quien además de subrayar los peligros del viaje, refirió que la cuestión tiene un significado personal para él familiar.
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Mayorkas también precisó que los funcionarios de la Guardia Costera están haciendo un seguimiento por aire y que no han visto un aumento de migrantes desde las protestas iniciadas en Cuba el 11 de julio y el asesinato del presidente de Haití, ambos hechos registrados la pasada semana.
No obstante, advirtió que las autoridades estadounidenses están preparadas para hacer frente a cualquier aumento de la cifra de migrantes ilegales por vía marítima.
Mayorkas indicó que en el año fiscal 2021 -iniciado el 1 de octubre de 2020- un total de 470 cubanos y 313 haitianos han sido interceptados en el mar, en comparación con los 49 cubanos y 430 haitianos registrados en todo el año fiscal 2020.
Algunos republicanos, incluido el senador Marco Rubio de Florida, han expresado en los últimos días su preocupación sobre la posibilidad de que el gobierno cubano comience a alentar la migración masiva a Estados Unidos como lo hizo en 1994, cuando se desató en la isla la anterior protesta a gran escala, conocida como Maleconazo.
Sin embargo, los expertos de Estados Unidos y Cuba dicen que el nivel de migración por mar es menos probable que ocurra esta vez, dado que Washington ya no tiene una política migratoria que dé la bienvenida a los cubanos cuando arriban a suelo estadounidense.
El gobierno de EE.UU. también advirtió este martes que no permitirá los viajes no autorizados de embarcaciones rumbo a Cuba, y señaló que se aplicarán sanciones a las personas involucradas en travesías ilegales a través del Estrecho de la Florida.
La advertencia de la Guardia Costera de Estados Unidos (USCG) se produjo en momentos en que un grupo de exiliados cubanos han organizado una flotilla con ayuda humanitaria y planean zarpar rumbo a Cuba desde la marina Pelican Harbour, en el noroeste de Miami, adonde acudieron cargados de provisiones para llevar a Cuba, con el fin de aliviar las carencias de alimentos y medicinas en medio de la crisis que sacude la isla.
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