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Autoridades cubanas se pusieron en contacto este viernes con la familia de Edel Cabrera González, el joven de 28 años, al que amenazaron con 15 años de cárcel por ayudar a una mujer que había sido golpeada por la Policía durante las protestas del 11 de julio en La Habana. En la llamada les informaron de un cambio en el número y la gravedad de las acusaciones que pesan contra él: ahora 'sólo' lo juzgarán por atentado.
Tras la publicación del caso de Cabrera González en CiberCuba y sin mediar explicación, las autoridades dijeron a la familia que el joven 'sólo' está acusado de un delito que conlleva penas de 1 a 3 años de privación de libertad, según recoge el artículo 142.1 el Código Penal cubano.
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Cabrera González estuvo desaparecido durante una semana tras las protestas del 11 de julio. Pese a que su madre recorrió varias estaciones de Policía en su busca no fue hasta el domingo 18 de julio que la Seguridad del Estado la llamó para decirle que estaba preso, según el testimonio ofrecido a CiberCuba por Leonel Miralles, tío del detenido.
El joven quedó en libertad el miércoles 21 de julio y ese día contó a su madre que lo habían esposado cuando él se acercó a levantar del suelo a una mujer a la que ayudó a limpiarse la cara y a ponerse en pie. Ella estaba junto a varios agentes que aprovecharon que él se habían inclinado a ayudar a la herida para esposarlo.
El joven niega haber golpeado a ningún agente y la familia defiende que sólo bajo coacción se reconoció en uno de los vídeos que le mostraron en la Estación de Acosta, en Lawton.
Cabrera González es vecino de la calle San Bernardino número 103, entre San Benigno y San Indalecio, apartamento 2, Santos Suárez, 10 de Octubre, (La Habana) y ya ha comentado a su familia que prefiere suicidarse antes que cumplir una condena injusta, que hasta este viernes era de 15 años de cárcel.
En un primer momento la Seguridad del Estado lo acusaba de haber agredido a un policía, de haber participado en actos de vandalismo y de llevar un tatuaje que lo identifica con un grupo opositor. Sin embargo ante la indignación con que esta información fue acogida por la opinión pública, han rebajado los cargos que pesan contra él, aunque siguen siendo graves.
El testimonio de la madre de Cabrera González, que asegura que no supo nada de su hijo entre el 11 y el 18 de julio, deja en mentira al Gobierno cubano, que en la televisión negó las desapariciones forzosas denunciadas ante la ONU.
Este joven es uno más entre los cientos de detenidos a ojo de buen cubero en la Isla tras las protestas multitudinarias en las que participaron varias generaciones de cubanos. Todos salieron a la calle a reclamar libertad.
De momento sólo se conoce un caso en que la acusada, Amanda Hernández Celaya, fue absuelta del cargo de desorden público que pesaba contra ella.
En el otro lado de la balanza está la sentencia de ocho meses de cárcel contra la adolescente Gabriela Zequeira, de 17 años, la primera víctima menor de edad de los juicios sumarios que están celebrando los comunistas cubanos contra los manifestantes.
Otra de las víctimas es el fotógrafo Anyelo Troya, co-realizador del vídeo de "Patria y Vida", condenado a un año de cárcel por tomar fotos de las protestas. Fue juzgado sin abogado que lo defendiera.
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