El activista y dramaturgo Yunior García Aguilera denunció que la Seguridad del Estado mantiene la vigilancia sobre él y continúa impidiéndole salir de su casa desde el domingo 18 de julio.
“Acaban de informarme que hoy no podré salir de mi casa para grabar @radioenjambre. Desde el domingo pasado tengo vigilancia las 24 horas frente al edificio donde vivo. Un abrazo a todxs lxs enjambrerxs”, informó el actor a través de sus redes sociales.
Participante junto a otros artistas, periodistas y activistas cubanos en la manifestación convocada frente a los estudios del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) el histórico día de las protestas del 11J, García Aguilera fue detenido con violencia por agentes de la Seguridad del Estado junto a otros integrantes del grupo.
Un video compartido por la actriz cubana Camila Carballo en su cuenta de YouTube, mostró el momento en que cuatro represores llevan a un joven en volandas hasta introducirlo por la fuerza en un carro, uno de ellos aplicando una estrangulación al manifestante. Alrededor de la escena, la gente rodeó a los esbirros con gritos de ¡abusadores!, mientras los demás miembros del grupo fueron trasladados en un camión de la Seguridad del Estado, custodiado por policías.
“Amigos, en la calle me comentan que se produjo un acto de repudio contra artistas pacíficos frente al ICRT. Trabajadores, agentes de la SE y boinas negras maltratando con violencia. Según pude entender, estaban Yunior García, Danielito Triana, Mijaíl Rodríguez, Mytil Font, entre otros. Por favor, denuncien”, informó en su muro de Facebook el cineasta José Luis Aparicio Ferrera.
El propio García Aguilera compartió su testimonio de los hechos poco después. “Ayer, al ver las imágenes de la protesta en San Antonio de los Baños, un grupo de jóvenes artistas decidimos llegar hasta el ICRT para exigir transparencia”, explicó el dramaturgo.
“Siempre hemos rechazado los caminos violentos, de modo que llegamos pacíficamente y solicitamos 15 minutos ante las cámaras de la televisión cubana para ejercer el derecho a réplica, hacer un llamado a resolver nuestros conflictos por vías democráticas, condenar la represión y encontrar una solución sin sangre a la crisis total que vivimos los cubanos”, explicó.
“Quedarnos en casa de brazos cruzados, mirando desde un sofá el fratricidio, no era una opción”, manifestó el activista, recordando la experiencia de muchos de ellos en situaciones parecidas, como la del 27N frente al ministerio de Cultura.
“Fuimos golpeados, arrastrados a la fuerza y lanzados sobre un camión de carga, como sacos de escombro. En ese camión nos llevaron directo hasta el "Vivac" y nos encerraron hasta hoy en horas de la tarde. Vimos llegar a decenas de jóvenes y nos fuimos enterando poco a poco de las protestas en diversas zonas del país”, añadió el dramaturgo.
Luego de asegurar en su blog Segunda Cita que no había visto vídeos en que los agentes represores cubanos actuaran contra manifestantes pacíficos, García Aguilera invitó al trovador Silvio Rodríguez a dialogar sobre las protestas en Cuba y las razones que movieron a un amplio sector de la población a salir a las calles para reclamar Libertad.
“¡Silvio respondió! Si me permiten salir de mi casa, hoy nos veremos en Ojalá", anunció al día siguiente García en su Facebook, asegurando que iría al encuentro si conseguía romper el cerco policial que le impide moverse libremente tras su participación en las protestas.
“Tiene que haber más puentes, tiene que haber más diálogos, tiene que haber menos prejuicios; menos ganas de pegar y más deseos de resolver la montaña de temas económicos y políticos pendientes”, dijo Silvio tras el encuentro del miércoles con García Aguilera, en el que también se comprometió a interceder por la liberación de aquellos presos “que no fueron violentos”.
En lo que el suplicatorio del cantautor recorre los pasillos del poder en Cuba, el régimen continúa reprimiendo impunemente a los manifestantes pacíficos que demostraron al mundo con imágenes la existencia de otra Cuba que reclama derechos y libertades, y que ha madurado las inquietudes de la sociedad civil independiente hasta salir a las calles a expresar libremente y sin miedos sus deseos de cambio.
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