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El presidente Joe Biden nombró este martes como subsecretario de Estado a Ricardo Zúñiga, uno de principales asesores de la administración de Barack Obama que negoció el deshielo en las relaciones diplomáticas entre Washington y La Habana.
Así lo informó en su cuenta de Twitter Julie Chung, quien hasta este martes cumplió como subsecretaria interina de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado.
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“Hoy es mi último día como subsecretaria. Ha sido un privilegio servir al pueblo de EE.UU. junto a mis apasionados colegas. Nuestro trabajo para fortalecer la democracia, aumentar la seguridad y promover los intereses estadounidenses continuará a cargo de Ricardo Zúñiga”, escribió en el primero de cinco mensajes de despedida de sus funciones.
La designación de Zúñiga en el cargo será con carácter interino, pues el funcionario señalado para desempeñarse como subsecretario de Estado, el diplomático Brian Nichols, está aún pendiente de audiencia de confirmación en el Senado.
Zúñiga se desempeñaba como enviado especial de Estados Unidos para Centroamérica y estaba en el vórtice de las gestiones y negociaciones para buscar soluciones con los gobiernos de la región ante la crisis migratoria que presiona sobre la frontera mexicana.
A sus 52 años, Zúñiga ha ocupado distintas responsabilidades a nivel diplomático y gubernamental.
Nacido en Tegucigalpa, Honduras, se graduó en Estudios Latinoamericanos e Internacionales por la Universidad de Virginia.
Trabajó como oficial de derechos humanos en la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana y estuvo también destinado en misiones diplomáticas en Brasil, España, México y Portugal.
Considerado un analista de la problemática de Cuba y el Caribe, fungió antes como director interino de la Oficina de Asuntos Cubanos en la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado.
En 2012 fue nombrado por Obama como director de asuntos del hemisferio occidental en el Consejo de Seguridad Nacional, posición desde la que desplegó su labor de negociador del acercamiento Cuba-EE.UU. junto al asesor presidencial Ben Rhodes.
Justamente su papel decisivo en las negociaciones que bajo estricto secretismo desembocaron en el anuncio del restablecimiento de relaciones con Cuba en diciembre de 2014, revolvió el fantasma del acercamiento con el régimen de Raúl Castro en la bancada republicana.
El senador cubanoamericano Marco Rubio criticó el nombramiento de Zúñiga por ser "uno de los artífices de la política de apaciguamiento de Obama hacia La Habana", y señaló que la decisión "reafirma que el único objetivo de la administración Biden es hacer concesiones a la dictadura cubana".
"Esta administración sigue fallándole al pueblo de Cuba y a la comunidad cubanoamericana” , dijo Rubio en una declaración enviada a CiberCuba.
El congresista Mario Díaz-Balart dijo en Twitter que “la administración Biden continúa llenando posiciones sobre el hemisferio occidental con arquitectos de la política de apaciguamiento de Obama hacia la dictadura cubana. El más reciente: Ricardo Zúñiga”.
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