Cubanos residentes en Canadá condenaron este fin de semana a la dictadura castrista y estrecharon lazos con el Partido Conservador, en vísperas de un probable adelanto electoral, en que los principales contendientes no alcanzarán la mayoría absoluta, según encuestas internas de ambas formaciones.
El diputado conservador Pierre Poilievre y su esposa Anaida Galindo acompañaron este domingo a cubanos residentes en Canadá durante una protesta en Otawa, frente al parlamento nacional, donde los manifestantes exigieron al gobierno y el parlamento canadienses un "endurecimiento" de la postura hacia La Habana.
El restaurante La Cecilia acogió una reunión entre cubanos y los senadores conservadores Leo Housakos, primer parlamentario canadiense en condenar al gobierno castrista por la represión desatada tras el 11J, y abrió los actos del fin de semana, pese a los intentos saboteadores y maniobras de amedrentamiento de la cónsul cubana en Montreal, Ana Mailén Cruz González.
"Fue un placer conocer a la comunidad cubana en Montreal, con quien tuvimos una buena charla sobre la situación actual del pueblo cubano y la política del gobierno de Trudeau", declaró Housakos, que estuvo acompañado por el diputado Pierre Paul-Hus, que no pudo quedarse a la cena, celebrada en el restaurante Portuguese.
Los cubanos asistentes a la reunión y posterior cena, enarbolaron un cartel pidiendo que la "dinastía Trudeau cese su apoyo a la dinastía Castro".
Paul-Hus hablo este fin de semana con el líder de su partido, Erin O'Toole, para ofrecerle detalles de su intercambio con exiliados cubanos y la necesidad de "subir la parada a La Habana y Trudeau", dijo a CiberCuba una fuente próxima al parlamentario por Quebec.
El endurecimiento de la postura del Partido Conservador ocurre en vísperas de un posible adelanto electoral, en que los principales contendientes, Partido Conservador y Partido Liberal -gobernando en minoría con 154 escaños- no tienen asegurada la mayoría absoluta, según encuestas internas de ambas formaciones.
Tras los pronunciamientos de Leo Housakos y el emplazamiento del líder conservador Enrin O'Toole, el gobierno de Canadá criticó "la violenta represión de las protestas por parte del régimen cubano" y dijo que el pueblo de la isla "merece democracia y libertad".
Tras la condena del premier Trudeu, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, intentó manipular una conversación con su homólogo canadiense, Marc Garneau que, enfadado, hizo una dura declaración con el contenido real de la charla bilateral.
Canadá era uno de los principales emisores de turistas a Cuba, antes del coronavirus, la empresa Sherrit fue socia del gobierno cubano en la explotación y exportación de níquel y dos empresarios de ese país fueron condenados por supuesta corrupción y expatriados por La Habana.
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