El médico cubano Adael Rodríguez Linares envió una carta abierta a sus colegas en la que dice estar “ciento por ciento de acuerdo” con el primer ministro Manuel Marrero Cruz, quien recientemente los responsabilizó por las insatisfacciones populares de la atención médica en la provincia de Cienfuegos.
“No existe otro culpable de lo que está pasando en el Sistema de Salud que el personal de la Salud”, expone en su carta, publicada este jueves en su perfil de Facebook.
Rodríguez Linares argumentó que “somos nosotros los que nunca hemos exigido ninguna condición de trabajo, somos nosotros los que seguimos durmiendo en locales improvisados, sin insumos y sin salarios, los que hemos trabajado sin bañarnos, o nos hemos quedado sin comer”.
“Somos nosotros los que trabajamos más de 30 horas continuas, no ahora, hace años, y somos nosotros los que nunca nos hemos detenido a pedir nada; los que nos lamentamos de cobrar menos que el que está en la esquina vendiendo la comida o el café que nosotros compramos, somos nosotros los que decidimos callar cuando algún señor de los que nos dirigen nos preguntan cómo estamos”, detalla en su misiva.
Igual refiere que “somos nosotros los que preferimos migrar a limpiar culos por no enfrentarnos. Somos nosotros los que les rompemos el corazón a nuestros padres cuando salimos a una misión por dinero y no por altruismo (¿o miento?)”.
“Somos nosotros los que permitimos que nos dirijan personas sin conocimientos (porque los que saben no quieren meterse en esa candela)”, añade, además.
“Debería el señor Marrero arremeter más fuerte contra nosotros; si al final, hoy solo pedimos que nos reconozcan nuestro esfuerzo de siempre. En breve saldrá alguien justificando sus palabras, haremos unos memes y seguiremos con nuestras miserables vidas, viviendo de la migaja que cae desde el paraíso de los intocables”, concluye en su carta dirigida a sus colegas sobre las críticas del primer ministro en una reunión con las autoridades de Cienfuegos.
En esa ocasión, Marrero aseguró que el pueblo de Cienfuegos tenía más quejas de la atención en salud por maltrato y dejadez de los profesionales de esta área, que de la falta de medicamentos y recursos para ofrecer los servicios sanitarios en la crisis del coronavirus.
Este comentario igual generó una respuesta del médico cienfueguero Miguel Ángel González Suárez quien aseguró que "hoy el sector de la salud se encuentra cansado, agotado, decepcionado en su gran mayoría", y que en lugar de cuestionar el gran esfuerzo que hacen para atender pacientes sin tener los recursos y para enfrentar una pandemia sin equipos de protección, el gobierno debió haber ofrecido soluciones y respuestas.
González enfatizó en su respuesta que el personal de la salud, además de la falta de medicamentos con la que trabaja, también carece de otros recursos para realizar exámenes médicos básicos como un leucograma, una glicemia o radiografías de tórax.
A la polémica por las críticas del primer ministro, igual se sumó el biólogo cubano Amilcar Pérez Riverol, experto en virología y con un seguimiento exhaustivo de la pandemia en Cuba.
Pérez Riverol aseguró este jueves que “no es culpa de los médicos la ansiedad, el agobio y la irritación por un sistema hospitalario con escasez de recursos y –en varios casos– funcionando al límite del colapso”.
El científico expuso en su perfil de Facebook que hacen falta “menos culpables y más soluciones”, además de argumentar que tampoco “es culpa de quien hace colas para garantizarse los insumos básicos que le permitan sobrevivir, aglomerarse”.
“No es culpa de la gente que la situación económica de Cuba no permitiera prolongar el cierre de fronteras. Tampoco que el desabastecimiento crónico les impida quedarse en casa”, añadió, además.
También señaló que “las crisis sanitarias no se resuelven con inventarios o cacerías de culpables que en la mayoría de los casos no lo son, sino estudiando, proponiendo y aplicando todas las posibles soluciones”.
“No es culpa de la gente que quienes diseñan las políticas sanitarias y comunicacionales de enfrentamiento a la COVID-19, decidieran respaldar actos que iban contra esas políticas. Ninguna madre/padre, menos embarazadas o puérpera quiere ver a su hija/o contagiada/o. Ya es suficiente dolor cuando esto sucede para encima escuchar que es suya la culpa”, expuso, además.
“Hay una diferencia enorme entre el llamado a la responsabilidad de todos, sociedad e instituciones y autoridades del Estado, y esa actitud punitivista”, concluyó en su análisis
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