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Un avión C-17 Globemaster III de la Fuerza Aérea de EE.UU. evacuó de manera segura a unos 640 afganos que buscaban huir de Kabul el domingo por la noche, según funcionarios de Defensa estadounidense y fotografías obtenidas por el portal noticioso Defense One.
Se cree que el volumen de pasajeros esté entre los más grandes que haya transportado un C-17 jamás. Esta clase de naves se utiliza para carga militar y ha sido operada por Estados Unidos y sus aliados durante casi tres décadas. El software de seguimiento de vuelos muestra que el avión pertenece a la 436a Ala Aérea, con base en Delaware.
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El C-17 no tenía la intención de llevar una carga tan grande, pero los afganos aterrorizados se subieron a la rampa semiabierta de la aeronave, dijo un funcionario de Defensa.
En lugar de intentar expulsar a esos refugiados de la aeronave, "la tripulación tomó la decisión de irse", declaró el funcionario a Defense One. "Aproximadamente 640 civiles afganos desembarcaron de la aeronave cuando llegó a su destino", señaló.
La noticia del vuelo se propagó el domingo por la noche en Estados Unidos cuando se publicó en línea un audio de la tripulación sugiriendo que se transportaban a unas 800 personas. Un funcionario de Defensa, que habló bajo condición de anonimato, indicó que el número real eran 640 personas.
El vuelo fue uno de varios que pudo despegar con cientos de personas a bordo. Se piensa que los otros pudieron haber tenido una carga incluso mayor que 640, según la fuente.
En 2013, un C-17 evacuó a 670 personas que huían de un tifón en Filipinas. Al igual que esa evacuación, los afganos volaron desde Kabul a la base aérea de Al Udeid en Qatar, iban sentados en el piso de la espaciosa bodega del avión.
El procedimiento se conoce como "carga en el suelo"; los pasajeros se cuelgan de correas de carga que van de pared a pared y sirven como cinturones de seguridad improvisados, según una fuente familiarizada con los manuales de operación del avión.
Los medios no han esclarecido si los refugiados cuentan con visado humanitario o se les procesará para otorgárselo, o si poseen doble nacionalidad.
El presidente Joe Biden dijo el pasado lunes, en un mensaje a la nación, que había planes para transportar por aire a más familias afganas en los “próximos días”, aunque no dio detalles.
Los defensores de los refugiados temen que miles de personas vulnerables se queden atrás, por su cuenta y riesgo, a medida que los militantes del Talibán refuercen su control sobre el territorio de Afganistán. Los talibanes han cerrado los cruces fronterizos, dejando el aeropuerto de Kabul como única salida del país.
Aquellos afganos que apoyaron la misión de Estados Unidos se enfrentan ahora a la posibilidad de sufrir graves represalias por parte de los talibanes, dijo Jenny Yang, vicepresidenta de promoción y política de World Relief, una organización que ha reasentado a cientos de beneficiarios de visas para inmigrantes especiales en los últimos años.
Varias voces críticas con la gestión del presidente Biden aseguran que desde hace meses su administración debió comenzar las evacuaciones y admitir en programas para refugiados a afganos vinculados o empleados con Estados Unidos.
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