La provincia de Cienfuegos comenzará este domingo un proceso de inmunización contra el coronavirus aplicando un esquema que incluye dos primeras dosis de la vacuna china Sinopharm y una tercera dosis de la cubana Soberana.
Luego de desarrollar cinco candidatos vacunales y con el país atravesando el peor momento de la situación epidemiológica originada por el SARS-CoV-2, las autoridades cubanas han abierto la puerta a una vacunación masiva con antígenos de fabricación china, según declararon a Perlavisión autoridades y especialistas del Instituto Finlay de Vacunas.
El proceso se llevará a cabo de la siguiente manera: las dos primeras que se aplicarán serán las de la vacuna china Sinopharm con un intervalo de 21 días. La tercera dosis de refuerzo que se aplicará a los cienfuegueros será con la vacuna Soberana Plus, de fabricación cubana, explicó la doctora María Eugenia Toledo Romaní, investigadora principal del proyecto de evaluación clínica de Soberana 02.
El gobierno cubano, responsable de la estrategia para enfrentar la pandemia de coronavirus en el país, se ve ahora desbordado por la veloz propagación del virus, el aumento de los fallecimientos, el colapso hospitalario y el desabastecimiento farmacéutico, factores todos que le obligan a cambiar de táctica, abriendo rápidamente la puerta al uso de vacunas extranjeras, cuando hasta hace poco mantenía su apuesta por el desarrollo de vacunas propias.
La información publicada hasta el momento de este repentino cambio de estrategia no incluye datos sobre la adquisición de las vacunas chinas, si fueron compradas al Beijing Bio-Institute of Biological Products, o si fueron donadas a Cuba por el gobierno chino. Tampoco se conoce el número de antígenos recibidos o el precio pagado por ellos por el gobierno cubano.
Aunque los precios varían en función de los contratos, Argentina, por ejemplo, pagó en junio 15 dólares por unidad, según chequeado.com; la segunda más cara, por detrás de los 21.5 dólares de la estadounidense Moderna.
La decisión de aplicar este esquema de vacunación en Cienfuegos, persigue el objetivo de alcanzar a un grupo de población más extenso, acortar los tiempos del proceso de inmunización y que “nadie quede desfavorecido”, afirmó la doctora Toledo Romaní, quien subrayó que no se considerará que una persona está completamente vacunada hasta que no haya recibidos las tres dosis (las dos chinas y la cubana).
Sin embargo, la especialista del Instituto Finlay de Vacunas no aclaró cuál será el período de tiempo hasta que los vacunados con dos dosis de Sinopharm reciban una tercera dosis de refuerzo con Soberana Plus. Al respecto, existen diferentes estudios que hablan de la necesidad o no de recibir una tercera dosis, una vez inoculadas las dos primeras dosis de Sinopharm, así como de la eficacia conseguida al combinarla con vacunas de otros fabricantes.
Dichos estudios no evalúan la eficacia del esquema 2+1 que ahora plantean las autoridades sanitarias cubanas, añadiendo una tercera dosis de Soberana 02 a las dos primeras de Sinopharm, porque las vacunas cubanas no han sido sometidas al proceso de evaluación y certificación de los organismos internacionales encargados de ello, como la Organización Mundial de la Salud (OMS).
A mediados de mayo, Alejandro Cravioto, presidente del Grupo de Expertos para Asesoramiento Estratégico que emite recomendaciones sobre el uso de vacunas anticovid a la OMS, dijo que la vacuna de Sinopharm se había mostrado también eficaz ante variantes ya muy extendidas del coronavirus, como la "británica" o la "brasileña", aunque no había datos todavía suficientes para medir su respuesta a las variantes detectadas en Sudáfrica o India.
Sinopharm -que puede conservarse en una nevera normal- ha mostrado ser eficaz hasta en un 79 % para prevenir casos graves de COVID-19 luego de dos dosis. Se basa en adenovirus (virus debilitados o inactivados), como la mayoría de vacunas que se han desarrollado hasta el momento, con excepción de las de Pfizer y Moderna, que usan la más avanzada tecnología del ARN mensajero, según declaró Cravioto a EFE.
No obstante no haber recibido el plácet de los organismos internacionales de salud, las autoridades cubanas insisten en certificar la eficacia de sus candidatos vacunales. En ese sentido, Toledo Romaní refirió que, tanto Sinopharm como Soberana Plus, “ya han sido probadas” y se ha demostrado científicamente la eficacia de ambas, por lo cual considera justificado el esquema de vacunación planteado ahora por las autoridades sanitarias del país.
Asimismo, la doctora manifestó que dicho esquema se aplicará en personas mayores de 19 años y también se podrá aplicar en pacientes que tengan comorbilidades, es decir, con presencia de uno o más trastornos además del coronavirus, “siempre que brinden su consentimiento para participar”.
Por su parte, Perlavisión aseguró que la OMS recomienda la vacuna Sinopharm para combatir el coronavirus, incluso aunque en el país existan nuevas cepas y variantes del mismo. No obstante, reconoció que la propia organización hace un llamado a los países que la utilicen en presencia de nuevas variantes del virus para que “supervisen la eficacia real de la vacuna y acopien datos sobre la frecuencia y la gravedad de cualquier infección que haya franqueado la vacunación debido a una variante del virus”.
A comienzos de julio, el IFV informó que la combinación de dos dosis de su candidato vacunal Soberana 02 con una de Soberana Plus había demostrado una eficacia del 91,2 % para enfrentar el SARS-CoV-2.
En medio de una fuerte campaña propagandística por parte del régimen cubano, a mediados de abril autoridades sanitarias reconocían que Cuba no importaba vacunas contra la COVID-19 porque no tenía dinero para hacerlo, según afirmó el doctor Luis Herrera Martínez, ingeniero genetista y asesor científico y comercial del Grupo BioCubaFarma, en entrevista con Cubadebate.
El también fundador del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, aseguraba que si Cuba tuviera que inmunizar a su población con una de las vacunas existentes en el mercado, necesitaría más de 30 millones de dosis. “Eso, multiplicado por el precio de cada dosis en el mercado... Ese dinero, hoy, no está disponible”, reconoció.
Sin embargo, a mediados de agosto, el discurso oficialista cubano sobre COVAX, el mecanismo de la OMS para la distribución de vacunas anti COVID, dio un giro de 180 grados cuando el doctor Gerardo Guillén, director de investigaciones biomédicas del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), entrevistado por Cubadebate, declaró que "Cuba no desestimó COVAX, solo priorizó sus propias vacunas".
Provenientes de China, del mecanismo COVAX de la OMS, o donadas por algún otro gobierno, este domingo los municipios de Cienfuegos, menos el cabecera (en el que ya se aplica la tercera dosis de Abdala), iniciarán un esquema de vacunación que, de manera opaca -como ha sido la tónica habitual durante la pandemia-, sorprende a los cubanos con la noticia de que Cuba abre las puertas a Sinopharm, una vacuna extranjera (China) que viene a confirmar la complejidad de la situación socio sanitaria del país y la ineficiente gestión de sus autoridades.
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