No importó que la pista estuviera mojada, ni las piernas le 'pesaron' después de los esfuerzos triunfales de los últimos días: Omara Durand, la ya legendaria velocista discapacitada cubana, cerró con un récord mundial su triplete dorado en los Juegos Paralímpicos de Tokio.
En la categoría T12 (videntes con campo visual menor a 5 grados), la santiaguera de 29 años -acompañada como es habitual por el guía Yuniol Kindelán- devoró el tramo de 200 metros en 23.02 segundos, para de esa manera quebrar por la mínima el tope que había impuesto el 25 de octubre de 2015 en el Mundial de Doha.
Tan sensacional carrera le permitió aventajar ¡por unos 15 metros! a su escolta en el podio, la ucraniana Oksana Boturchuk (24.48). El bronce le correspondió a la rusa Anna Kulinich-Sorokina (24.85).
Así, Durand llegó a tres premios de oro en la capital nipona -previamente lo había conseguido en 100 y 400-, faena similar a la que había rendido en Río 2016. Al sumar sus dos metales áureos de Londres 2012, su cosecha se eleva a ocho títulos olímpicos.
La cubana también dominó las tres distancias en los Mundiales de Doha 2015, Londres 2017 y Dubai 2019.
Su actuación le permitió a la delegación insular ubicarse en el puesto 33 del medallero con foja de cuatro primeros puestos (el restante lo obtuvo el saltador de longitud Robiel Sol); una presea de plata, del también saltador de longitud Leinier Savón, y otra de bronce, del discóbolo Leonardo Díaz.
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