La presidenta de las Damas de Blanco, Berta Soler, y su esposo, el activista Ángel Moya, ex prisionero político de la Primavera Negra, fueron detenidos en la mañana de este 23 de septiembre cuando salían de la sede nacional de la organización de Soler rumbo a la Fiscalía General de la República para presentar una queja y exigir fe de vida del opositor santiaguero José Daniel Ferrer, y hasta el momento se desconoce su paradero.
La activista María Cristina Labrada, miembro del Consejo de Dirección de las Damas de Blanco, compartió en su perfil de Facebook la denuncia y de inmediato diversos activistas y organizaciones defensoras de derechos humanos se hicieron eco de la noticia.
Poco antes de salir, Moya había anunciado en redes sociales que él y Soler, quien fuera condecorada por el Parlamento Europeo con el Premio Sájarov en 2005, acudirían a la Fiscalía General de la República a presentar un "recurso de queja por quebrantamiento de la legalidad en establecimientos penitenciarios y en favor de José Daniel Ferrer García".
"Por la Fe de Vida de José Daniel Ferrer", dijo el opositor, que es uno de los pocos que continúa en Cuba del conocido Grupo de los 75. La mayoría se encuentra en el exilio.
El documento denunciaba que Ferrer, quien también fue uno de los prisioneros políticos de la Primavera Negra de 2003, y actualmente es el líder de la opositora Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), ha visto sus derechos vulnerados por las autoridades cubanas.
"A la familia se le ha impedido tener contacto verbal o físico con él, a pesar de haber intentado visitarlo en múltiples centros de detención y penitenciarios donde presuntamente se encontraba, la última vez en la prisión Mar Verde", destacaba.
Ferrer fue detenido el pasado 11 de julio durante las protestas antigubernamentales y se le acusó de "desórdenes públicos". Desde entonces su familia y seguidores no han dejado de exigir información sobre su caso.
La organización internacional Prisoners Defender también advirtió en Twitter que los activistas Zaqueo Báez, Bartolo Cantillo y Henry Couto, de UNPACU, podrían estar detenidos.
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