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La cubana Mavys Álvarez, quien fuera novia del argentino Diego Armando Maradona en Cuba siendo una adolescente, contó anécdotas de su relación con el astro del fútbol, tras 20 años de haberlo conocido.
En entrevista concedida a Mario Pentón para AmericaTV, Álvarez sacó aspectos de su relación con Maradona entre los que figuran los vínculos con Fidel Castro, el consumo de drogas en Cuba y el efecto de esto en su propia vida.
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La joven contó que conoció a Maradona en septiembre del 2000 cuando ella tenía 16 años. El futbolista se encontraba en Cuba para recuperarse de una adicción a las drogas. Lo acompañaban su expareja Claudia Villafañe, sus hijas, el manager y su médico, Alfredo Cahe. La estancia en la isla se prolongó por largos períodos, hasta unos cinco años.
Álvarez narró que un día mientras caminaba por las calles de Matanzas un hombre la detuvo y le preguntó si quería conocer al futbolista. La convenció de que Maradona estaba en una profunda crisis depresiva y necesitaba conversar con alguien como ella, por eso aceptó la propuesta de viajar a Varadero para verlo.
“En el hotel me recibió Guillermo Esteban Cóppola, un amigo de Maradona. Unos minutos después lo conocí a él (Diego). Conversó mucho conmigo y me dio confianza. Me cayó bien. Nunca se propasó. Me invitó junto a mi familia al día siguiente a cenar al palacio Dupont”, contó.
Álvarez aseguró que no ejercía la prostitución cuando conoció al astro del fútbol. Dijo que la suya fue una relación consensuada entre una adolescente de 16 años y un hombre de 40 años. Esto bajo las leyes cubanas no era delito pero sí lo era bajo las leyes argentinas.
El primer encuentro de Álvarez y Maradona fue en un hotel de Varadero, algo que estaba prohibido para los cubanos hasta el año 2008. Las personas que la llevaron la hicieron pasar por italiana, pero nunca le pidieron identificación para entrar a la instalación turística.
"Siento vergüenza de cierta parte de mi vida, que fue esto. Me da pena de mí misma, saber que teniendo 16 años fui parte de todo eso, pero es una experiencia más que tuve. De cierta forma no escogemos lo que nos toca vivir", contó Álvarez.
Su familia no aprobaba la relación, pero ella se mantuvo junto al futbolista. Vivió con él lujos prohibidos en la isla para los cubanos, con estancias en hoteles, casas de protocolo, discotecas y fiestas privadas. "Nunca imaginé que me metería en las drogas de las que me costó tanto trabajo salir”, aseguró la cubana.
Maradona la llevó a vivir con él en las dos casas que le dio el gobierno de Cuba en La Pradera, un Centro Internacional de Salud y llegó a presentarle a Fidel Castro.
La entrevista está dividida en varios episodios en los que toca en profundidad diversos temas, entre lo que está el encuentro con Fidel Castro y las relaciones del astro del fútbol con las drogas en Cuba.
Los datos recopilados en esta investigación y el testimonio de Álvarez, muestran el modo en que el futbolista recibía la cocaína en La Habana, proveniente de Colombia. Además, dejan evidencia de cómo el gobierno conocía todas las cosas en las que estaban Maradona y su equipo involucrados.
El periodista, quien explicó que tuvo acceso a fotos y grabaciones que conserva Álvarez, contactó también con la abogada Laritza Diversent, directora de la ONG Cubalex, que asesora jurídicamente a la sociedad civil cubana. La abogada aseguró que Maradona no infringió las leyes de la isla con esta relación.
“En Cuba no se criminaliza las relaciones con menores de edad. A partir de los 14 años las niñas pueden casarse con el consentimiento de sus padres. Las relaciones sexuales sólo constituyen delito si se realizan bajo estupro, es decir, si el adulto utiliza el engaño o el abuso de superioridad sobre el menor”, indicó Diversent.
En su comentario agregó que las leyes cubanas lejos de proteger a las menores de edad por este tipo de prácticas, favorecen sancionarlas por el delito de asedio al turismo. Las medidas de seguridad pre-delictiva pueden llevar condenas de uno a cuatro años de cárcel.
Tras la muerte del futbolista otras personas han conversado con la prensa sobre la estancia de Maradona en Cuba para desintoxicarse de las drogas.
En febrero del 2021 su exasistente personal, Gabriel Buono, quien estuvo con él durante sus años más difíciles, reveló detalles sobre las dos estancias del astro en la isla. Aseguró que Maradona conseguía las drogas fuera de la clínica La Pradera y solo estuvo centrado en su rehabilitación cuando estaban con él su exesposa y sus hijas.
Contó que tras irse la familia de Cuba, el legendario futbolista volvió a consumir y fortaleció sus relaciones con otras mujeres. Primero estuvo con Mavys Álvarez, un tiempo largo e incluso la llevó con él a Buenos Aires para un partido homenaje en 2001. Y después llegó Adonay.
Álvarez, en su reciente entrevista rememorando los hechos ocurridos hace 20 años, dijo que ella era solo una niña cuando conoció a Maradona. "No tenía maldad ninguna. Él era un extranjero, un rico y se había fijado en mí. No podía decirle que no. Era un privilegio ser su novia”, comentó.
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