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El Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas concluyó esta semana que el arresto y encarcelamiento de los jóvenes cubanos Denis Solís González y Luis Robles califican como detenciones arbitrarias.
El anuncio fue hecho por la ONG Cuban Prisoners Defenders (CPD), que presentó la petición de investigación ante el organismo internacional.
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A pesar de que la delegación cubana ante el organismo justificó los encarcelamientos y los declaró legales, el Grupo de Trabajo de la ONU dictaminó en un extenso informe que en ambos casos se violaron los artículos 3, 5, 8, 9, 10, 11 y 12 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, dado que sus condenas representaron la privación del "ejercicio de derechos o libertades" proclamados en esos artículos.
El informe de la ONU exige al Gobierno cubano adoptar las medidas necesarias para remediar la situación de Solís y Robles "sin dilación, y ponerla en conformidad con las normas internacionales pertinentes, incluidas las dispuestas en la Declaración Universal". También exhorta al gobierno cubano a adherirse al Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, del que actualmente no es firmante.
"El Grupo de Trabajo considera que, teniendo en cuenta todas las circunstancias del caso, el remedio adecuado sería poner a Denis Solís y Luis Robles inmediatamente en libertad y concederles el derecho efectivo a obtener una indemnización y otros tipos de reparación, de conformidad con el derecho internacional", dice el texto de la resolución.
La organización también insta al Gobierno cubano a hacer "una investigación exhaustiva e independiente de las circunstancias en torno a la privación arbitraria de libertad de Denis Solís y Luis Robles y adopte las medidas pertinentes contra los responsables de la violación de sus derechos".
Además, el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas remitió su informe sobre los casos al Relator Especial sobre la independencia de jueces y abogados, al Relator Especial sobre la tortura y a la Relatora Especial de sobre derechos culturales, "para que tome las medidas correspondientes".
El encarcelamiento del músico Denis Solís, cercano al Movimiento San Isidro, en noviembre del 2020 provocó que una decena de sus miembros iniciaran una huelga de hambre y sed que acabó con un asalto de la policía política a la sede del grupo.
"Denis Solís es mi amigo y hermano de lucha. Se lo llevaron preso hoy luego de días de acoso. Solo diré algo: la vida no vale nada cuando se vive con miedo y escondido. Hay seres de luz y uno es el Denis, estamos conectados y vamos a por él, su libertad y la de Cuba", escribió el martes 10 de noviembre el artista Luis Manuel Otero Alcántara en sus redes sociales. Luego se declaró en huelga y fue secundado por varios activistas.
Tanto en el momento de su detención como en la estación policial a la que fue trasladado, Solís recibió golpizas. En la prisión de Valle Grande, donde cumplió sentencia, estuvo varias veces en una celda de castigo.
Solís fue liberado el 11 de julio, el mismo día de las masivas protestas populares en la isla, tras cumplir los ocho meses de prisión a los que fue condenado. La Seguridad del Estado lo amenazó con devolverlo a prisión si participaba en alguna protesta pública.
En el caso de Luis Robles, este fue arrestado el 4 de diciembre de 2020 mientras portaba un cartel como protesta en el boulevard de San Rafael, en La Habana, con la frase "Libertad, no más represión" y "Liberen a Denis Solís".
Inicialmente multado con mil pesos y detenido en Villa Marista, el joven fue luego trasladado a la prisión de máxima seguridad del Combinado del Este, donde sigue hasta hoy.
Su juicio, programado para 16 de julio pasado en el Tribunal Municipal Popular de Diez de Octubre, fue suspendido.
La pasada semana, la Fiscalía rechazó una segunda petición de cambio de medida cautelar a su favor, indicando que Robles debía permanecer encarcelado hasta su juicio.
Las autoridades le imputan los supuestos delitos de "propaganda enemiga" y "desobediencia", por los que podría recibir una sentencia conjunta de seis años de privación de libertad.
Durante su estancia en la prisión del Combinado del Este, ha recibido castigos corporales e impedido de ver a sus familiares.
Para Cuban Prisoners Defenders, la conclusión de la ONU sobre los casos de Solís y Robles es un espaldarazo a la convocatoria a la Marcha Cívica por el Cambio el próximo 15 de noviembre.
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