Los artistas y activistas cubanos Luis Manuel Otero Alcántara y Maykel “Osorbo” Castillo, integrantes del Movimiento San Isidro (MSI) presos hoy en cárceles de la Isla, habrían rechazado una oferta del régimen de La Habana para liberarlos a cambio de que aceptaran el exilio.
Según Martí Noticias, ambos hacían gestiones para viajar fuera de Cuba por motivos artísticos antes de ser arrestados y encarcelados. La curadora de arte y activista Anamely Ramos declaró que la policía política ha condicionado, a manera de chantaje, la puesta en libertad de los dos artistas.
“En muchos momentos la Seguridad del Estado les ha dicho que para salir de la cárcel tiene que ser con salida definitiva, y ellos se han negado. El escenario cambia un poco ahora por la enfermedad repentina de Maykel, pero hemos optado por aumentar la presión para que Cuba lo deje salir para tratarse fuera; son más chantajes”, dijo.
Ramos, que cursa un doctorado en la Universidad Iberoamericana de México, aseguró que ha dialogado “con muchos actores, políticos y culturales, no solo por Maykel y Luis, sino por la situación de los demás presos y por la situación lamentable de Cuba”.
Osorbo, residente en La Habana, se encuentra en la prisión “Cinco y medio”, en Pinar del Río. Ramos informó la semana pasada que el estado de salud del rapero es muy delicado actualmente, pues presenta inflamación de los ganglios debajo de las axilas y otros padecimientos.
“Su detención es una muestra más de la represión y el racismo del gobierno de Miguel Díaz-Canel”, denunció en redes sociales la directora para las Américas de Amnistía Internacional, Erika Guevara-Rosas.
El artista de 37 años fue arrestado el pasado 18 de mayo en su casa. Osorbo enfrenta cargos de atentado, desorden público y evasión, y aún espera la fecha del juicio. Es uno de los cantantes de “Patria y Vida”, tema convertido en un himno de disidencia en el país y que recientemente recibió dos premios Grammy Latinos.
La policía política detuvo a Otero Alcántara el pasado 11 de julio, cuando intentaba sumarse a las protestas antigubernamentales, ocurridas esa jornada en unas 60 localidades de Cuba. En su caso, enfrenta los cargos de desacato agravado, instigación a delinquir y desorden público. Tampoco ha sido juzgado.
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