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Sacerdote cubano Kenny Fernández Delgado denuncia hostigamiento policial por repartir flores blancas el 15N

"El problema de Cuba no es tanto que hayan dictadores gobernando y reprimiendo, sino el miedo que les tenemos", aseguró el religioso.

Padre Kenny Fernández Delgado © Facebook / Kenny Fernández
Padre Kenny Fernández Delgado Foto © Facebook / Kenny Fernández

Este artículo es de hace 2 años

El sacerdote cubano Kenny Fernández Delgado denunció haber sido violentado por autoridades cubanas durante la caminata que realizó en respuesta a la convocatoria de Archipiélago a una Marcha Cívica por el Cambio del 15 de noviembre.

Fernández Delgado relató en sus redes sociales que el 15 de noviembre caminó vestido de blanco casi cuatro kilómetros por el pueblo de Aguacate, en la provincia de Mayabeque, y durante su trayecto ofreció flores blancas, bendiciones y saludos para todas las personas que encontró a su paso. Sin embargo, dijo que los policías, al igual que algunos representantes del Partido Comunista de Cuba (PCC) y la Federación de Mujeres Cubanas que le vigilaban, no aceptaron sus flores.

Cada vez más representantes de la iglesia católica en Cuba denuncian la violencia del régimen por motivos políticos y las violaciones de derechos humanos y se vuelven, como consecuencia, blancos de represión. También el 15 de noviembre, en Bejucal, en la misma Mayabeque, otro sacerdote (Eduardo Fonseca), varias monjas y un seminarista salieron vestidos con prendas blancas a las calles y por ello fueron hostigados.

Durante esa jornada fueron varios los casos de violencia contra religiosos por parte de las autoridades cubanas. Además de los referidos, denunciaron acoso Sor Nadieska Almeida, Superiora de las Hijas de la Caridad en Cuba, quien realizó una caminata en silencio en apoyo a la Marcha, y el padre Alberto Reyes Pías, una de las voces de la comunidad católica más críticas del régimen, quien sufrió un acto de repudio en los alrededores del Arzobispado de Camagüey, donde se encontraban ese día junto al Arzobispo de Camagüey, Monseñor Willy Pino.

Kenny Fernández, por su parte, reveló que en su pueblo varias mujeres tuvieron miedo de recibir sus flores, pero que al final repartió todas las que tenía, que eran alrededor de 100. "No pierdo las esperanzas de que algún día ellos y ellas me acepten las flores, porque mis flores nada tienen que ver con política, sino con el deseo de paz y amistad", afirmó.

El cura, quien ya había realizado otra caminata en la víspera del 15 de noviembre, contó que algunas ciudadanas le dijeron que él no era religioso, le exigieron que se fuera, le cuestionaron su nacionalidad y le gritaron consignas, pero que en todo momento guardó silencio. "Mi misión era regalar flores, no consignas", aclaró.

"Llevo cinco años y medio de cura párroco en el pueblo de Aguacate, ¿quién no sabe que soy cubano? Digo más: si volviera a nacer, nacería en Cuba; nunca he salido de Cuba y no pienso salir del país por el momento. A pesar de todo me encanta mi país, aunque me gustaría que cambiaran muchas cosas para mejor", explicó.

De acuerdo con su testimonio, en medio de su peregrinación pacífica, un miembro del PCC que hubiera podido ser su abuelo y responde al nombre de Rodrigo le "arrebató con violencia" su ramo de flores blancas y "las tiró contra el piso". "No le tengo ningún rencor. Seguiré regalando flores pase lo que pase", aseveró.

Fernández Delgado aseguró que nadie le golpeó, ni le impidió caminar, pero que todo el tiempo se sintió "con una escolta presidencial de segurosos" a dondequiera que se dirigía. "Los segurosos no me devolvieron el saludo. Creo que el PCC debería enseñarles que eso es parte de la educación formal mínima del ser humano", comentó.

Asimismo, señaló que en el camino de vuelta a la iglesia católica de Aguacate, contó unos diez vehículos de la Policía Nacional Revolucionaria, el PCC y el Gobierno, y que luego supo que hasta las puertas de la Iglesia habían llegado en su ausencia un camión de boinas negras, con perros incluidos, un carro jaula y personas de centros laborales de otro pueblo.

"Me pregunto: ¿cuánto combustible gastaron? ¿Cuántos recursos, tiempo y esfuerzo gastado? ¿¡Todo eso por un cura vestido de blanco regalando flores...!?", inquirió. A su entender, sus flores fueron "una provocación a la paz".

"¿Qué tiene de malo regalar flores? ¿Está prohibido en alguna ley? ¿Hasta dónde vamos a llegar en la escala de prohibiciones absurdas en este país?", cuestionó.

Por otra parte, anunció que usará sotana blanca y regalará flores cada vez que pueda y quiera y continuará defendiendo la libertad de expresión sin miedo y denunciando cualquier acto represivo en su contra.

"Creo que regalar flores y vestirse de blanco no puede ser visto como un criminal acto de contrarrevolución ni como una amenaza grave al orden público y al actual orden socio-político establecido. Eso sería como decir que una gota de agua puede causar un gran incendio", argumentó.

"Son otras las situaciones agobiantes que pudieran ocasionar un estallido social como el del 11J, y creo que no se está haciendo lo suficiente para solucionarlas; en especial el tener más de 600 presos políticos, y la violencia ejercida contra la libertad de expresión en temas fundamentales para el desarrollo de la nación", añadió.

El pasado 11 de noviembre la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba llamó a evitar la confrontación violenta entre cubanos y a fomentar un proyecto de nación que involucre y motive a todas las personas por igual, "que tenga en cuenta las diferencias, sin exclusiones ni marginaciones". A pesar de ese mensaje, el 15 de noviembre la violencia se extendió por gran parte del territorio nacional: la organización independiente Cubalex documentó más de 160 incidentes de hostigamiento por parte de las autoridades cubanas y defensores del Gobierno contra ciudadanos críticos o disidentes.

"El 15 de noviembre comprobé una vez más que el problema de Cuba no es tanto que hayan dictadores gobernando y reprimiendo, sino el miedo que les tenemos, y la grave falta de solidaridad con los presos políticos pacíficos. No obstante, para mí el 15 de Noviembre ha sido de los días más felices de mi vida. Ha sido el día que arriesgué mi vida por la libertad de expresión. Probé el sabor de la libertad de expresión y me encantó y quiero más. Y aunque caiga preso seré libre en mi conciencia", aseveró Kenny Fernández.

La semana pasada, el gobierno de Estados Unidos incluyó a Cuba en una "lista de vigilancia" de gobiernos con "graves violaciones de la libertad religiosa" durante 2021.

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