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La producción cubana de carne de cerdo, el principal producto cárnico que se consume en la isla, descendió en los años previos a la actual pandemia de coronavirus, detalló el economista Pedro Monreal, citando datos oficiales de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información.
"Llama la atención que la producción 'estrella' de la ganadería cubana -carne porcina- entró en crisis en 2018, después de alcanzar un 'pico' en 2017. Entre ese 'pico' y 2019 la contracción fue de 11,5%, pero ya en 2020 se producía casi 36% menos carne de cerdo que en 2017", escribió Monreal en Twitter.
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La gráfica de la ONEI muestra, en efecto, cómo la producción porcícola cubana tuvo un crecimiento sostenido desde el 2007 hasta el 2017, luego de lo cual descendió bruscamente.
En pleno Periodo Especial, en el año 1989, se produjeron poco más de 102 mil toneladas de esa proteína animal. Pero a partir del 2007 esa cifra fue superada año tras año hasta llegar a niveles por encima de las 185 mil toneladas de carne de cerdo.
Por tres años consecutivos (2018, 2019 y 2020) la producción bajó, hasta el mínimo de 168 mil toneladas
En cualquier caso, ni siquiera en los mejores años de la ganadería porcina cubana llegó a estar cubierta toda la demanda de la población. La actual escasez ha elevado el precio de la libra de carne de cerdo limpia a los 200 pesos en moneda nacional.
En septiembre, la empresa porcina de Artemisa anunció que comenzaría a vender cerdos a la población con el objetivo de reanimar la llamada crianza popular de estos animales, en medio de una escasez de alimentos sin precedentes en el país.
Según la emisora Radio Artemisa, las autoridades de la provincia occidental están intentando fomentar una nueva forma de gestión en la crianza de cerdos, en la que se respetará la "libre decisión del tenedor con el destino de estas producciones".
En abril, el Estado cubano anunció que los ganaderos cubanos podrían vender libremente sus excedentes de carne, leche y productos lácteos siempre que cumplan con sus compromisos de entregas con entidades oficiales, una medida que llega en medio de una fuerte escasez de alimentos en el país caribeño.
Esta histórica reivindicación de los campesinos fue parte de un paquete de 63 medidas aprobadas por el Gobierno la víspera para "potenciar la producción de alimentos", la principal prioridad oficial en este momento en Cuba para enfrentar el más acuciante de los problemas derivados de su peor crisis en tres décadas.
Los productores privados podrán comercializar estos productos siempre y cuando "no haya decrecimiento de la masa ganadera", según anunció el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, en una reunión con productores agropecuarios, expertos y científicos.
Durante varias décadas los agricultores y ganaderos solo han podido venderle a la empresa estatal de Acopio a precios fijados por el Estado, lo que ha generado fuertes insatisfacciones por retrasos en los pagos o incumplimientos de la recogida por parte de la entidad.
Los altos precios de los alimentos y el difícil acceso a ellos debido al desabastecimiento han sido motivo de descontento popular durante muchos años en Cuba y la situación se ha agravado en el último año a consecuencia de la pandemia del coronavirus y la falta de liquidez del gobierno.
Cuba importa más del 80 % de los víveres que consume, lo cual representa un gasto anual de 2 000 millones de dólares, según datos oficiales.
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