El doctor cubano Alexander Jesús Figueredo denunció la venta de huesos de res por parte del gobierno a la población de Bayamo, en la provincia de Granma, cuando se acercan las celebraciones de fin de año y los precios de la carne de cerdo alcanzan niveles exorbitantes.
Figueredo grabó a los carniceros vendiendo los huesos con escasa carne a las personas. La ternilla de res a 31,00 pesos cubanos y el “hueso blanco” a 3,85. Otros productos como el “super chorizo” o el jamón viking sobrepasan los 200 pesos de costo.
La administradora del local fue pronto a interpelar al galeno cuando se percató de que filmaba los precios, diciendo que publicar las imágenes en redes sociales “perjudicaría” el trabajo. Además, le preguntó si estaba ahí para comprar. Brevemente, Figueredo también mostró luego la aglomeración de personas para adquirir los productos.
El gobierno cubano destina la mayor parte de la carne de res que se produce en el país al sector del turismo, mientras a la población se le venden “subproductos” como hamburguesas, huesos y otros derivados.
A comienzos de año, el gobierno cubano aprobó la comercialización de carne de ganado menor y mayor a los productores agropecuarios, como parte de un paquete emergente de 63 medidas para aumentar la crítica producción de alimentos en el país.
De ese modo, se autorizaba la venta de carne vacuna por parte de los ganaderos, prohibida durante décadas, la cual podrían realizar después de cumplir con el encargo estatal y siempre que se garantizara que no hubiera decrecimiento de la masa ganadera.
También se les ofreció a los productores de ganado menor comercializar de forma directa las carnes en la red minorista de moneda nacional y moneda libremente convertible.
Sin embargo, la medida llegó en medio de un complejo escenario de inflación económica, debido al llamado “ordenamiento monetario” impulsado por el propio gobierno y la carne de res apenas se comercializa casi exclusivamente a través de los mercados en dólares o moneda libremente convertible (MLC).
A su vez, el precio de la carne de cerdo en Cuba alcanza cifras récords —300 pesos una libra— y no pocas familias han renunciado ya a la tradicional cena de Nochebuena y de fin de año con una pierna asada en la mesa, recurriendo a la opción del pollo, en el mejor de los casos.
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