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Las hermanas María Cristina y Angélica Garrido, detenidas por participar en las protestas pacíficas del 11J en Cuba, recibirán visitas familiares en días separados.
Michael Valladares, esposo de María Cristina, denunció en Facebook la decisión de las autoridades de la cárcel El Guatao, en La Habana, donde permanecen ambas activistas a la espera de un juicio.
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"Una forma más de torturar, pero ellas están firmes, solo las podrán doblegar matándolas", escribió el opositor cubano.
Valladares supo a través de su esposa del cambio con las visitas y, por tanto, a partir de ahora la familia deberá ir los miércoles y jueves para ver por separado a las hermanas.
El opositor explicó a Martí Noticias que esto no sólo afecta a las presas políticas, que ya no podrán verse, sino que a la familia le será más difícil ir desde Quivicán, Artemisa, hasta el centro penitenciario.
"Es para dividir a la familia, para que pase más trabajo. Es más gasto de dinero y de todo", criticó.
En diciembre último, María Cristina Garrido escribió una carta a la que tuvo acceso CiberCuba, en la que aseguró que el 11J "será recordado como el acontecimiento que dio paso a la era de la resistencia cubana".
"No nos sintamos derrotados a pesar de que el régimen sigue ahí. Debemos estar preparados para enfrentar el sacrificio que demanda toda causa. Muchos ojos fueron abiertos para no cerrarse jamás, por eso hoy somos más que ayer y mañana seremos más que hoy", agregó en ella.
La presa política permanece en celda de castigo desde finales de octubre luego que decidieran, unilateralmente, separar las visitas e impedirle realizar llamadas telefónicas.
“María Cristina protestó, con respeto, porque le habían quitado las visitas cuando ya la habían puesto en la lista de visitas a ella y a la hermana. Las autoridades tomaron su reclamo como una falta de respeto y la trasladaron a para una celda de castigo”, relató a este medio su esposo.
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