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"Cuba es un país más allá de los límites de su territorio. Es un país ilimitado", expresó este miércoles la curadora y activista cubana Carolina Barrero, a raíz del exilio forzoso de los periodistas independientes Esteban Rodríguez y Héctor Luis Valdés.
Barreró advirtió de que "es la dictadura la única que ha abandonado a los cubanos a una deriva de sumisión en el beneficio abyecto y corrupto de unos pocos" y recordó los cientos de presos políticos que existen en el país, uno de los cuales fue Rodríguez durante los últimos ocho meses, antes de ser obligado a abandonar Cuba.
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"Los ojos de Esteban, los de Héctor, reflejan un desgarramiento arcano, desolador. La trampa de la seguridad del Estado es siniestra pero no inefable, conocemos su argumento, el deterioro de su lenguaje", dijo la joven, quien es una de las coordinadoras de la plataforma 27N.
Tanto Esteban Rodríguez como Héctor Luis Valdés, ambos miembros del Movimiento San Isidro (MSI), salieron de la isla con destino a Nicaragua el pasado 4 de enero, pero una vez en San Salvador, donde debían hacer una segunda escala, la aerolínea Avianca les informó, sin explicaciones, que el gobierno nicaragüense les había impedido la entrada a su territorio.
El régimen de Nicaragua, gran aliado de Cuba, a finales de año decidió eliminar el requisito de solicitud de visa para los ciudadanos cubanos, aunque gran parte de los que viajan a ese país lo que desean es seguir por tierra y de manera irregular hacia Estados Unidos. Sin embargo, los dos periodistas no fueron admitidos en Nicaragua.
Rodríguez había sido trasladado por las autoridades directamente, y encadenado, del centro penitenciario Combinado del Este hacia el Aeropuerto Internacional José Martí. No le permitieron despedirse de su familia, solo unos breves minutos de su madre, en la terminal aérea.
A cambio de su excarcelación, Valdés tuvo que salir del país junto con Rodríguez. En el pasado se había negado varias veces a exiliarse, pero aseguró a CiberCuba que en esta ocasión aceptó el chantaje de la Seguridad del Estado para poder sacar de la cárcel a su amigo, quien estaba siendo sometido a tratos crueles y degradantes y su salud se estaba deteriorando.
En el aeropuerto quedaron varados por varias horas, hasta que el director de Migración del país centroamericano, Ricardo Cucalón, y el procurador de Derechos Humanos, Apolonio Tobar, bajo las instrucciones del presidente Nayib Bukele, aprobaron su entrada a El Salvador y les llevaron a un hotel seguro para que descansaran. Tobar declaró a los medios que el caso será estudiado por el gobierno para su regularización, mediante alguna protección de Estado o asilo.
"Esteban y Héctor no se han marchado. Los tres millones de emigrados no se han marchado. Estamos en ella, y no tendrá lugar en esa certeza el influjo opresor", afirmó Carolina Barrero.
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