La empresa estatal Correos de Cuba recibió, en los dos últimos años, una cifra récord de paquetería internacional, en coincidencia con la expansión del coronavirus en Cuba y la agudización de las carencias materiales en la isla.
En 2020 se tramitaron más de 1,7 millones de cargas y en 2021 llegaron al país más de cuatro millones de bultos, de ellos 3,5 millones a través de la llamada paquetería Courier, según informó José Manuel Valido Rodríguez, director de Comunicación Institucional de la organización postal a la agencia oficialista Prensa Latina. Durante todo ese tiempo, y hasta junio de 2021, la entidad estatal asumió con sus propios recursos la recepción, tramitación, transportación y entrega en todo el país de ese servicio, así como los envíos del spu y de la mensajería express.
El funcionario reconoció que el incremento de los envíos colapsó la infraestructura del Grupo Empresarial y que existen insatisfacciones de la población a partir de la demora en la llegada de los paquetes a sus destinatarios. Como una de las causas principales señaló el alza de las tarifas de las aerolíneas, en las que habitualmente se transportan los bultos. Durante la pandemia los operadores internacionales comenzaron a utilizar la vía marítima para transportar los paquetes, con la consiguiente demora que ello genera en el arribo al país y luego en la distribución a sus dueños.
Por su parte, la ministra de Comunicaciones Mayra Arevich Marín, explicó que en Cuba la carga se procesa a mano, lo que trae consigo atrasos en la recepción y entrega, además de un exceso de manipulación. “Es un servicio manual y repetitivo, donde había que abrir cada paquete en todos los puntos de entrega hasta llegar a su destino final”, añadió.
Estas características del servicio también han permitido que sucedan hechos de robo. A finales del año anterior, un cubano residente en Cárdenas, Matanzas (y que no fue identificado) denunció en una carta a Cubadebate que el 7 de diciembre fue a recoger un envío proveniente de Inglaterra y cuando le fue entregado, venía con una nota indicando que estaba abierto, la envoltura rota y con menos gramaje del que declaraba.
Contó que al revisar, faltaban medicamentos y cuatro calzoncillos. Cuando la recepcionista revisó en el sistema, este mostró que al Correos provincial de Matanzas el paquete había llegado con su peso original, 0.96 kilogramos, y una vez en la oficina de Cárdenas, registraba solo 0.45 kg.
El primer ministro Manuel Marrero Cruz dijo en diciembre de 2021 que, desde el 20 de septiembre, se habían entregado más de un millón y medio de paquetes atrasados, y se vanaglorió de que la cifra fuese “un récord histórico” en relación con otros años, cuando tomaba hasta siete meses ofrecer el mismo servicio.
El representante del gobierno afirmó que los restantes bultos acumulados por la empresa de Correos, debían entregarse en un término de hasta 30 días, “con lo cual ahora ya estamos en un trabajo de perfeccionamiento, ampliación y mejora del trabajo en lo delante de estas ‘transitarias’”, dijo en referencia a las seis agencias cubanas encargadas de ese servicio, las cuales tuvieron retrasos de dos años.
Hasta octubre se contabilizaron casi 300,000 paquetes sin ser suministrados a sus destinatarios en el plazo requerido. Algunos estuvieron en los almacenes durante más de seis meses e incluso más de un año, debido a problemas en la identificación o ubicación del cliente (errores que vienen desde su despacho en las agencias foráneas) o porque son equipajes no acompañados, cuyo dueño permanece fuera del país y no ha asignado a un representante aquí, como sus familiares.
En un intento por corregir el mal funcionamiento de la entidad estatal, Valido Rodríguez anunció que el Grupo Empresarial busca nuevas alianzas con micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) privadas, para agilizar el proceso de recepción y entrega de bultos enviados desde el extranjero.
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