KIEV/MOSCÚ (Reuters) - El presidente ruso, Vladimir Putin, acusó este martes a Occidente de ignorar las preocupaciones de seguridad de Rusia y de crear deliberadamente un escenario para arrastrarla a la guerra.
En sus primeros comentarios públicos sobre la crisis ucraniana desde hace casi seis semanas, Putin no dio señales de retroceder en las demandas de seguridad que los países occidentales han calificado como no esenciales y como una posible excusa para lanzar una invasión.
Rusia ha concentrado más de 100,000 soldados cerca de las fronteras de Ucrania, aunque niega que tenga planes de invadirla, una acción que Estados Unidos y sus aliados han advertido que desencadenaría duras sanciones.
"Ya está claro (...) que las preocupaciones fundamentales de Rusia fueron ignoradas", dijo Putin en una conferencia de prensa con el primer ministro de Hungría, uno de los varios líderes de la OTAN que intentan interceder ante él a medida que la crisis se agrava.
Putin describió un posible escenario futuro en el que Ucrania sea admitida en la OTAN y luego intente recuperar la península de Crimea, territorio que Rusia tomó en 2014.
"Imaginemos que Ucrania es miembro de la OTAN y comienza estas operaciones militares. ¿Debemos entrar en guerra con el bloque de la OTAN? ¿Alguien lo ha pensado? Parece que no", dijo.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo este martes al ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, que era hora de que Moscú retire sus tropas si sinceramente no está planeando invadir, dijo un alto funcionario del Departamento de Estado.
"Seguimos escuchando esas garantías de que Rusia no está planeando invadir, pero ciertamente cada acción que vemos dice lo contrario, con la continua acumulación de tropas, armas pesadas, moviéndose hacia la frontera", dijo el funcionario bajo condición de anonimato.
UCRANIA ES UN "INSTRUMENTO", DICE PUTIN
Putin no había hablado públicamente sobre la crisis de Ucrania desde el 23 de diciembre, lo que ha generado ambigüedad sobre su posición personal, mientras que los diplomáticos de Rusia y Occidente han tenido varias rondas de conversaciones para desactivar la crisis.
Sus declaraciones del martes reflejaban una visión del mundo en la que Rusia debía defenderse de un Estados Unidos agresivo y hostil. Washington no se preocupa principalmente por la seguridad de Ucrania, sino por contener a Rusia, dijo.
"En este sentido, la propia Ucrania no es más que un instrumento para ese objetivo. Esto puede hacerse de diferentes maneras, atrayéndonos a algún tipo de conflicto armado y, con la ayuda de sus aliados en Europa, forzando la introducción de esas duras sanciones de las que hablan en Estados Unidos", dijo.
Los países occidentales se han apresurado a mostrar su solidaridad con Ucrania.
El primer ministro británico, Boris Johnson, se reunió el martes con el presidente Volodymyr Zelensky en Kiev. Johnson acusó a Putin de apuntar con una pistola a la cabeza de Ucrania para exigir cambios en la arquitectura de seguridad en Europa.
Zelensky, además, firmó un decreto para aumentar las fuerzas armadas ucranianas en 100,000 efectivos durante tres años y elevar el salario de los soldados.
Zelensky pidió a los legisladores que mantuvieran la calma y evitaran el pánico, diciendo que ordenó el aumento "no porque vayamos a tener pronto una guerra (...) sino para que pronto y en el futuro haya paz en Ucrania".
Las fuerzas armadas ucranianas cuentan actualmente con unos 250,000 efectivos, frente a los 900,000 de Rusia. Ucrania dijo que estaba trabajando con Polonia y Gran Bretaña para reforzar la cooperación "en el contexto de la actual agresión rusa".
Reporte adicional de Dmitry Antonv y la redacción de Moscú. Editado en español por Javier López de Lérida.
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