El régimen cubano votó ante la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) en contra de que Rusia abandone las centrales nucleares ocupadas a Ucrania.
Ese organismo adoptó una resolución que exige a la Federación Rusa devolver de inmediato el control de la central nuclear de Zaporiyia a las autoridades ucranianas, para garantizar su seguridad, la cual fue aprobada con 99 votos a favor, nueve en contra y 60 abstenciones.
Entre los países que votaron en contra se encuentra Cuba, junto a Bielorrusia, Burundi, Corea del Norte, Eritrea, Mali, Nicaragua, la Federación Rusa y Siria.
La delegada cubana expresó su descontento por la falta de un proceso inclusivo en la elaboración de la resolución y añadió que su delegación habría propuesto ciertas enmiendas si se hubiera dado la oportunidad de escuchar otras posiciones.
Según los cubanos, el borrador no facilita la cooperación y diluye los principios clave de la seguridad nuclear.
La resolución de la ONU demanda que Rusia retire su personal militar y no autorizado de la planta nuclear, y proporciona a la Misión de Apoyo y Asistencia del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) acceso completo y oportuno a todas las áreas importantes para la seguridad nuclear en la planta de Zaporiyia.
Además, condena el incumplimiento de Rusia de las resoluciones relevantes de la Asamblea y el OIEA, y exige el cese inmediato de los ataques rusos contra la infraestructura energética crítica de Ucrania.
El representante de Ucrania, al presentar la resolución, recordó el ataque armado de Rusia a la planta de Zaporiyia y subrayó que su país siempre ha sido responsable en materia de seguridad nuclear.
Asimismo, destacó la cooperación de Ucrania con el OIEA y condenó la negativa de Rusia a acatar las resoluciones, violando los principios fundamentales de la seguridad nuclear.
Por su parte, el representante de Rusia afirmó que su país proporciona regularmente datos sobre la situación en la planta y criticó el método no inclusivo y no transparente utilizado para elaborar la resolución, instando a los Estados a votar en contra de lo que calificó como una iniciativa perjudicial y "desconectada de la realidad".
La representante de Siria también criticó el texto por ser altamente politizado y elaborado con poca transparencia.
Mientras tanto, el representante de Sudáfrica, quien se abstuvo, elogió los esfuerzos del OIEA y argumentó que los asuntos técnicos son más apropiados para su competencia.
Otros países como México y China, que también se abstuvieron, subrayaron la importancia de preservar la integridad de las instalaciones nucleares y la necesidad de reanudar el diálogo para alcanzar una solución política al conflicto en Ucrania.
A pesar de los elementos "políticamente inspirados" del texto, la delegada de Ghana explicó que votaron a favor con la esperanza de que sirva como una expresión práctica del deseo colectivo de la comunidad internacional por la paz.
Representantes de Qatar y Jordania también votaron a favor, apoyando los esfuerzos regionales e internacionales para resolver el conflicto.
Desde el inicio de la guerra en Ucrania el régimen de La Habana se ha mantenido apoyando a Rusia, su viejo aliado político, en todos los organismos internacionales que condenan la invasión de Moscú, a pesar del rechazo de la población de la isla al conflicto bélico donde han muerto decenas de cubanos reclutados por el Kremlin.
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