La presencia de mercenarios cubanos en Ucrania ha desatado una ola de controversia. Reclutados por el ejército ruso, estos individuos han sido enviados al frente de batalla, generando reacciones mixtas. Hackers ucranianos filtraron las identidades y contratos de estos mercenarios, mostrando que reciben alrededor de 2,000 dólares mensuales por su participación. Aunque el gobierno cubano ha negado cualquier implicación en este reclutamiento, la agencia de inteligencia Inform Napalm sugiere que podría estar ocultando su cooperación con Rusia. Este escenario revela una preocupante trama de tráfico de personas y cuestiona la ética y transparencia del régimen cubano.