Atención cubanos, el gobernante Miguel Díaz-Canel hablará este lunes en la Mesa Redonda sobre la crisis que atraviesa el país y que provoca escasez de alimentos y medicinas, apagones, inflación, empobrecimiento, desigualdad, desesperanza y una crisis migratoria sin precedentes en la historia de Cuba.
“Tienen el derecho todos a criticarnos. Además, yo creo que no hay obra perfecta y sería muy ideal pensar que todo se ha hecho bien, que todo es perfecto y que tenemos la razón en todo”, dijo el gobernante en un clip promocional de la entrevista que será transmitida en diferido y por todos los medios oficialistas.
Subido a la cuenta en X de Presidencia de Cuba, el fragmento de la entrevista muestra a un Díaz-Canel sonrosado y con cara abotargada, a pesar de anunciar que esta fue concedida “al final de una intensa jornada de trabajo”.
“Yo creo que habría que preguntarse, en situaciones tan difíciles… nosotros estamos viviendo una situación de máxima presión, de asfixia económica para provocar el colapso de la revolución, para fracturar la unidad entre dirección y pueblo, para negar la obra de la revolución”, dijo el gobernante sin cerrar el enunciado.
¿Qué es lo que habría que preguntarse? Eso se sabrá, o no, este lunes a partir de las 6:30 pm cuando la periodista Arleen Rodríguez Derivet le pregunte a Díaz-Canel sobre “la complejidad y desafíos del momento actual para la sociedad cubana”.
Para aquellos que esperen que la comunicadora le pregunte sobre los resultados del “ordenamiento económico” o el “monetario”; sobre las “63 medidas” para impulsar la agricultura y la economía; sobre la duración de la “coyuntura”, los mercenarios de Cuba reclutados por Rusia, la muerte de 10 cubanas escapando en la peor crisis migratoria de la historia del país, el colapso del sistema electroenergético, los derrumbes, las protestas en Cuba o los presos políticos... solo basta recordar quién es Rodríguez Derivet.
"Muchas felicidades en su cumple a nuestra hermana del alma, a mi compañera en todos los tiempos, a esa persona de la que nos es imposible estar lejos. En nuestra familia te queremos infinitamente", dijo Díaz-Canel a finales de abril en X posteando una foto de ambos.
Es la periodista que salió a defender el ridículo de Díaz-Canel cantando La Guantanamera en San Vicente y Las Granadinas, diciendo que “con su voz rota por las emociones y la intensidad de estos días, el presidente cubano entona los versos de José Martí. ¿Dónde está el crimen?”.
“¿Qué pátina de rabia nubla las miradas y bloquea los sentidos, que no distinguen la cualidad de algo tan elevado como el canto para expresar sentimientos que no caben en los discursos?”. También dijo eso.
Es la periodista que llamó “inquisidores del recibimiento” de Andrés Manuel López Obrador a los cubanos que se indignaron con la fiesta celebrada en el Palacio de la Revolución en el contexto de la explosión del Hotel Saratoga.
Es la periodista que justifica los desatinos en X de la (no) Primera Dama, Lis Cuesta Peraza, diciendo que “la ironía, la sátira y hasta la burla a los adversarios, sin perder la sonrisa, es un recurso muy efectivo, del que han hecho uso de manera brillante los líderes de la Revolución a lo largo de la historia”
Es la periodista que intentó lavar la cara anónima del “Guerrero Cubano” en su programa radial Chapeando Bajito y lo propuso como el youtuber del año en la Isla.
En definitiva, Arleen Rodríguez Derivet es esa señora que hoy cogerá el micrófono para preguntarle al líder de la "continuidad" lo que viene en el guión, porque ella, como un día dijo, quería ser actriz para disimular su naturaleza de propagandista con glamour.
"Alguna vez todas quisimos ser Ana de Armas", dijo la "hermana del alma" de Díaz-Canel, un galán que también quisiera ser Ryan Gosling, pero que le tocó ser el "puesto a deo" de Raúl Castro, esa vieja gloria del celuloide y las vallas de gallos que sigue "con un pie en el estribo".
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