El gobierno de Estados Unidos condenó la represión desatada contra activistas y familiares de manifestantes del 11J que se plantaron este lunes en las afueras del Tribunal Municipal Popular de Diez de Octubre, en La Habana, donde esta semana se juzgan a 33 detenidos por protestar contra el régimen.
“Condenamos los arrestos y la detención de familiares, entre ellos una madre y una abuela, de los manifestantes y activistas del 11J el lunes, mientras rezaban y protestaban pacíficamente cerca del juicio de sus seres queridos”, señala este miércoles en su cuenta de Twitter la Embajada de EE. UU. en Cuba.
En un segundo mensaje de este día, la representación diplomática de Washington en La Habana dice que “los funcionarios cubanos deberían haberlos respetado y haberlos acogido en el juzgado para que observaran los procedimientos, en lugar de encarcelarlos. Las familias deberían poder entrar en las salas de los tribunales libremente y sin restricciones”.
También en otro mensaje se refieren a las declaraciones de este martes del portavoz del Departamento de Estado, Nice Price, quien apuntó sobre estos hechos que régimen ha respondido con más represión en vez de centrarse en su propia prestación de servicios, en su propia gobernanza y en la protección de los derechos dentro de la sociedad cubana.
Por su parte, el subsecretario para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, Brian A. Nichols, apuntó este miércoles desde Twitter que “mientras el régimen cubano continúa utilizando sentencias de décadas y cargos de sedición para desalentar la disidencia, seis menores más enfrentan juicio esta semana”.
“Instamos a la comunidad internacional a unirse a nuestro llamado para poner fin a los abusos contra los derechos humanos en Cuba y liberar de inmediato a todos los detenidos injustamente”, añade el mensaje de Nichols.
Este lunes 11 activistas y familiares de manifestantes fueron detenidos violentamente por agentes de la Seguridad del Estado y un destacamento de respuesta rápida cuando exigían justicia para los manifestantes que están siendo juzgados esta semana en La Habana, incluidos seis menores de edad, con altas peticiones fiscales.
En el Tribunal Municipal Popular de Diez de Octubre se enjuician esta semana a 33 personas que participaron en las protestas del 11 de julio en las inmediaciones de la esquina de Toyo, a quienes se les acusa del supuesto delito contra la seguridad del Estado de sedición, además de enfrentar peticiones fiscales de hasta 25 años de cárcel.
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