La Organización No Gubernamental Freedom House condenó la represión desatada contra activistas y familiares de manifestantes del 11J que se plantaron este lunes en las afueras del Tribunal Municipal de Diez de Octubre para exigir justicia por los 33 presos que están siendo juzgados por protestar contra el régimen durante esta semana.
“El régimen cubano, no satisfecho con condenar a largos años de prisión a manifestantes del 11 de Julio, incluidos seis niños por sedición, ayer detuvo a 11 manifestantes pacíficos frente a los juzgados. La comunidad internacional debe evitar que estas personas sean condenadas”, expuso en Twitter este martes la organización dedicada a monitorear y expandir la libertad por el mundo.
En otro mensaje sobre el mismo tema añadió que “urge una acción coordinada de las naciones democráticas alrededor del mundo para exigir responsabilidad al régimen cubano y la liberación inmediata de los presos políticos, especialmente los niños”.
“La Comunidad Internacional no puede seguir permitiendo la normalización de la violencia en Cuba, el uso de la prisión contra manifestantes pacíficos, el destierro como método de intimidación y la prisión domiciliaria como castigo”, argumentan también en un tercer mensaje en la red social.
Este miércoles también trascendió que el gobierno de Estados Unidos condenó la violencia desatada contra las personas que estaban en los alrededores del Tribunal de Diez de Octubre, donde fuerzas represoras del régimen reprimieron violentamente a activistas y a familiares de manifestantes que exigían justicia para los presos políticos en la isla.
“Condenamos los arrestos y la detención de familiares, entre ellos una madre y una abuela, de los manifestantes y activistas del 11J el lunes, mientras rezaban y protestaban pacíficamente cerca del juicio de sus seres queridos”, señala este miércoles en su cuenta de Twitter la Embajada de EE. UU. en Cuba.
Este 31 de enero, cuando comenzaron los juicios contra 33 participantes en el estallido social del 11 de julio acusados de sedición, en el municipio de Diez de Octubre, al menos 11 activistas y familiares de presos políticos fueron detenidos a la fuerza por brigadas de respuesta rápida por gritar "libertad" en los alrededores del juzgado.
De acuerdo con el activista Arián Cruz, uno de los activistas detenidos durante esa jornada represiva del régimen, “hoy más que nunca Cuba es un Estado de terror, la policía sólo sirve a un desgobierno totalitario que usa y pone todo su poder para reprimirnos sin piedad alguna. Queda una vez más demostrado, que la seguridad del estado son los verdaderos vándalos y criminales que defienden los intereses de unos pocos con golpes y más golpes".
Más de 720 personas aún continúan en las cárceles de la isla, de un total de casi 1,400 personas que fueron detenidas, según registros del grupo de trabajo Justicia 11J.
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