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Omar Suárez, empresario argentino que fue uno de los encausados por presunto tráfico de personas en el caso de Mavys Álvarez, exnovia menor de edad de Maradona, está a punto de presentar una querella judicial en Miami contra la cubana por los daños que asegura haber sufrido a raíz de la demanda.
“Se vio afectada mi imagen, mi nombre. Yo trabajo con mi imagen y con mi nombre. Este año tres grandes patrocinadores que invertían en nuestras obras nos dejaron de lado por todo lo que se había hablado, por toda la repercusión que tuvo este caso en los medios públicos”, dijo Suárez en reciente entrevista con AméricaTeVé.
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“Una marca de renombre no va a querer promocionar donde hay una persona acusada de semejantes y aberrantes delitos. Eso fue desde el lado de lo comercial. Desde el lado de lo personal, un sufrimiento enorme de toda mi familia”, añadió.
A pesar de considerarse a sí mismo inocente, Omar Suárez se disculpó con Mavys y aseguró que no es su intención ocasionar con la demanda “algún problema extra” a la cubana.
“Aprovechamos esta oportunidad para volver a hacer esa disculpa pública y el pedido de que ojalá Mavys pueda conseguir esa paz interna que tanto buscó durante todos estos años. No es particularidad mía ni de mi abogado ocasionar con esto algún problema extra a Mavys, sino todo lo contario. Yo creo que con la verdad se empieza a sanar y a curar todo”, concluyó.
Ignacio Trimarco, abogado de Suárez, opina que Mavys Álvarez se propasó en sus declaraciones en una entrevista que concedió al medio argentino Infobae.
En septiembre del 2021, a raíz de que saliera a la luz la historia de Mavys Álvarez junto Maradona, Omar Suárez calificó la relación de la adolescente cubana con el exfutbolista argentino de "relación totalmente consentida".
“Yo viajé a Cuba para el cumpleaños número 18 de ella y era una relación totalmente consentida. Ya sabemos de las privaciones que tenían en su momento los ciudadanos cubanos, pero cuando ella estuvo con Diego, su familia empezó a tener TV en su casa, inodoro, ropa de cama, todo pagado por él. Diego le dedicó muchísimo a Mavys, la quería mucho, se apoyaba mucho en ella y en la familia", dijo Suárez en declaraciones a un medio local argentino.
No obstante, el empresario calificó la incursión de la joven en las drogas a partir de su amorío con Maradona como "la parte más fea de todo esto".
"Diego nunca dejó de reconocer su adicción aunque peleo muchísimo en Cuba. Tuvo un momento bueno, pero después volvió a caer. Dicen que en Cuba no hay droga, pero hay más droga que en cualquier parte del mundo y Diego estaba rodeado de gente mala, algunas personas malas, como en todos lados. Yo iba y echaba gente pero solo estaba 15 días”, indicó entonces.
Libres de imputación por presunto tráfico de personas
Esta semana se supo que la justicia argentina falló en favor de Guillermo Coppola, Omar Suárez y Mariano Israelit, quienes conformaban el entorno cercano de Maradona incluido en la demanda por presunto tráfico de personas, y desestimó la acusación de una ONG en la que Mavys Álvarez se sumó como querellante.
“Quedan libres de imputación, ya que no puede haber un reproche penal contra los acusados”, sostiene la resolución adoptada por el Juzgado Criminal y Correccional Federal 6, según reseñó el diario argentino La Nación.
El juzgado sostuvo que “no ha aparecido vinculación clara respecto de las específicas maniobras delictivas” y que “ante ello, y más allá del curso que la investigación pudiera tomar, no insistirá la querella con la imputación de los nombrados, ante el presente caso de cosas”.
En septiembre de 2021, Mavys Álvarez relató su relación con Maradona desde que tenía 16 años e hizo un relato descarnado de vejaciones, abusos y drogas, que habrían contado con la complicidad del entorno más cercano del futbolista y de Fidel Castro.
Álvarez conoció a Maradona en Varadero en el 2000, mientras el argentino se encontraba en un Centro de Salud de La Habana para tratar su adicción a las drogas. Comenzó una relación con ella y la llevó con él a Buenos Aires para un partido homenaje en 2001. Mavys señaló que en aquel momento tenía miedo y se sentía presionada, tanto por el entorno del futbolista como por el régimen cubano, que apoyaba todo lo que Maradona hacía.
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